CIVILIZACION FENICIA:
civilizacion fenicia:
Fenicia es el nombre de una antigua región de oriente próximo, cuna de la civilización fenicia y cananea, que se extendía a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo, en la costa del actual Líbano, desde los alrededores de Ras Naqura hasta la desembocadura del río Orontes, al norte, entre Siria, Israel y el Mar Mediterráneo.
Historia.
Poblada desde principios del III milenio a. C. por semitas cananeos, la Fenicia histórica se extendía sobre una estrecha franja costera de 40 km, desde el Monte Carmelo hasta Ugarit (unos 300 km). Su suelo montañoso y no apto para la agricultura orientó a sus habitantes hacia las actividades marítimas, más aún teniendo en cuenta que, al quedar dividido en pequeñas ciudades-estado separadas por espolones rocosos, era más apto para el cabotaje que para las relaciones terrestres entre las ciudades que se escalonaban desde Acre y Tiro, por Sidón y Biblos, hasta Arados y Ugarit. Al ser un estrecho paso entre el mar y el desierto de Siria, en contacto al sur, a través de Canaán y del Sinaí con Egipto, y al norte, a través del Éufrates, con Mesopotamia y Asia Menor, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada por los grandes imperios vecinos.
Pueblo fenicio
El pueblo creador de esta cultura, los fenicios, que se autodenominaba kna'ani o ben kna'an, coincide con el pueblo cananeo de la Biblia, pero el nombre de fenicio se aplica más bien a los descendientes de los cananeos que habitaban en la franja costera desde Dor (actual Israel) hasta Arados, o Arwad (actual Siria), entre 1200 a. C. y la conquista musulmana.
La denominación del nombre "Fenicia" o del gentilicio de sus habitantes "Fenicios", se remonta a la expresión griega "Finiki" que quiere decir "Rojizo". De esta forma los antiguos griegos se referían a los pobladores de la antigua Fenicia, siendo difícil saber si esto se debia al color rojizo de su piel o a los tintes utilizados para teñir telas también de tonos rojos.
La cultura fenicia es una civilización antigua que no dejó firmes huellas físicas de su existencia. Su lugar geográfico en la historia, es la actual República Libanesa, y el crecimiento desproporcionado de las ciudades, así como los frecuentes enfrentamientos bélicos del pasado, generaron un gran retraso para el hallazgo de nuevas y avanzadas muestras de un pasado glorioso. Sin embargo, a diferencia de otras, dejó un importante legado cultural a las civilizaciones posteriores, entre ellas crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas, los principios comerciales y el alfabeto, que fueron los legados más importantes que dejaron los fenicios. Los fenicios ejercieron una poderosa influencia sobre toda la cuenca del mar Mediterráneo.
Cultura
El pueblo fenicio contribuyó a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión y difusión de ellas, aunque no se le considere como original creador de una gran cultura propia.
Los fenicios utilizaban un alfabeto fonético, que los griegos adaptaron a su propia lengua y, con el tiempo, sirvió de modelo para los posteriores alfabetos occidentales. Este alfabeto constaba de 22 signos para las consonantes, y no tenía vocales, pero fue muy importante pues era sencillo y práctico, a diferencia de otros alfabetos coetáneos que sólo dominaban los escribas y altos funcionarios, tras un arduo aprendizaje.
La cultura fenicia fue muy importante en su época pero, desgraciadamente, han quedado pocas huellas de su historia. Conocemos de su existencia, sobre todo, a través de los textos de otros pueblos que entraron en contacto con ellos, en particular los asirios, babilonios y, más tarde, los griegos. Se estudia principalmente en las ruinas de las ciudades que fueron colonias de Sidón o Tiro, como las de Cerdeña y Andalucía y, sobre todo, en las establecidas en la isla de Chipre.
Arte fenicio
Sus producciones son más artesanales que artísticas, y en sus esculturas, cerámicas, joyas y objetos de metal, domina la influencia egipcia desde el siglo X a. C. (que es la fecha más antigua que se suele asignar al arte fenicio), con elementos asirios, hasta llegar al siglo VII a. C. Sin embargo, a partir de entonces prepondera la influencia griega, llegando a veces a confundirse sus producciones con las griegas, como se confunden las anteriores al siglo X a. C. con las asirias y egipcias.
Las formas de arquitectura se infieren más por los dibujos de los sellos y otros relieves que por las ruinas de sus edificios aunque no faltan algunos restos de piezas arquitectónicas hallados en Chipre y Fenicia. Entre éstos, figura el capitel con volutas, inspirado en el arte oriental y que bien pudo ser el antecesor del capitel jónico. Los templos fenicios (como el de Biblos) se distinguían por tener el santuario sin cubierta. En él se daba culto a una piedra o betilo que generalmente consistía en un aerolito de forma cónica (como piedra caída del cielo) situado en medio de la estancia a la cual precedía un atrio rodeado interiormente de columnas. Era también característica la forma que a los sarcófagos suntuosos de piedra daban los fenicios sidonitas que se adaptaba más o menos al contorno de la figura humana como los de la madera egipcios (sarcófagos antropoides.
Posteriormente, este arte se fue extendiendo a lo largo de toda la costa mediterránea donde los fenicios tenían influencia, llevándolo a esos lugares, además de influenciar a las culturas autóctonas, siendo un claro ejemplo Tartessos, el cual llegó a tener una importante aculturización.
Actividad comercial
El comercio era la actividad principal de la economía de los fenicios. Esta consistía en el intercambio o trueque de mercancías que ellos mismos producían y el transporte de las elaboradas por otros pueblos. Fueron los grandes mercaderes de la antigüedad. La geografía, que propiciaba la instalación de puertos, y la madera de sus bosques les brindaban los elementos básicos para construir barcos y organizar compañías de navegación. Una de ellas fue contratada por el rey persa Darío I en el siglo V a. C. También se convirtieron en una talasocracia, lo que les permitió controlar comercialmente el mediterráneo.
Colonias y factorías
durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esos sitios fueron transformándose en establecimientos permanentes, llamados colonias. Los fenicios no conquistaron territorios, como otros pueblos invasores de la antigüedad, sino que fundaban establecimientos en sitios propicios de las costas para abastecerse y como almacenaje. Los marinos comerciantes de la ciudad de Sidón crearon asentamientos-almacenes amurallados, llamados factorías. También se establecieron en las proximidades de algunas ciudades, donde obtenían concesiones, como en la ciudad egipcia de Menfis.
Las factorías fenicias se esparcían prácticamente por toda la costa mediterránea y sus islas: desde Gádir, más allá del estrecho de Gibraltar que era la puerta del océano Atlántico, hasta las costas de Asia, y el mar Negro. Los viajes fenicios establecieron nexos perdurables entre el Mediterráneo oriental y el occidental, no solo comerciales, también culturales.
Si bien la geografía de la región era accidentada, los fenicios aprovecharon al máximo las posibilidades del suelo para la explotación agrícola y cultivaron hasta en las laderas de las montañas. Sus bosques del Líbano les permitían la explotación maderera. También elaboraron artesanía, como sus cerámicas -muy difundidas y utilizadas-, objetos de vidrio coloreado, y tejidos de lana teñidos con púrpura de Tiro, o murex, un colorante que extraían de un molusco. Desarrollaron una industria de artículos de lujo muy solicitados en la época y de gran valor comercial, como joyas, perfumes y cosméticos.
Alfabeto
Los fenicios fueron los inventores del alfabeto. El alfabeto fenicio comenzó como una serie de ideogramas, un conjunto de símbolos que representaban animales y objetos. A estos ideogramas se les asignaba un valor fonético de acuerdo al nombre, en idioma fenicio, del animal u objeto representado; este alfabeto sólo contenía consonantes, veintidós en total. Era un sistema simple, lo que permitía la difusión del conocimiento y la cultura.
Posteriormente, el alfabeto fenicio fue adoptado y modificado por los griegos para representar su idioma. Los griegos tomaron algunas letras del alfabeto fenicio y les dieron valor de vocal; debido a las diferencias lingüísticas entre ambos idiomas (griego = indoeuropeo, fenicio = semita) también cambiaron la pronunciación de algunas letras, y agregaron algunos símbolos para representar sonidos inexistentes en fenicio. El alfabeto latino proviene del alfabeto etrusco, que fue a su vez una adaptación del alfabeto griego.
Los hebreos también adoptaron el alfabeto fenicio, aunque dada la similitud de sus lenguas y la mutua influencia por su cercanía geográfica hubo una menor modificación que con los griegos.
El alfabeto fenicio ha sido en una u otra forma la base para los alfabetos latino, griego, cirílico, árabe, y algunos estudiosos consideran que también dio origen a los abugidas del subcontinente asiático.
Religion
Los dioses adorados por los fenicios varían de una ciudad a otra. Así el panteón de Sidón difiere del de Tiro o el de Chipre. Aun así, algunas divinidades están presentes de una forma u otra en la mayoría de las ciudades significativas. Estas divinidades son principalmente Astarté, Baal, Dagón, Resef y Melqart.
Fenicia es el nombre de una antigua región de oriente próximo, cuna de la civilización fenicia y cananea, que se extendía a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo, en la costa del actual Líbano, desde los alrededores de Ras Naqura hasta la desembocadura del río Orontes, al norte, entre Siria, Israel y el Mar Mediterráneo.
Historia.
Poblada desde principios del III milenio a. C. por semitas cananeos, la Fenicia histórica se extendía sobre una estrecha franja costera de 40 km, desde el Monte Carmelo hasta Ugarit (unos 300 km). Su suelo montañoso y no apto para la agricultura orientó a sus habitantes hacia las actividades marítimas, más aún teniendo en cuenta que, al quedar dividido en pequeñas ciudades-estado separadas por espolones rocosos, era más apto para el cabotaje que para las relaciones terrestres entre las ciudades que se escalonaban desde Acre y Tiro, por Sidón y Biblos, hasta Arados y Ugarit. Al ser un estrecho paso entre el mar y el desierto de Siria, en contacto al sur, a través de Canaán y del Sinaí con Egipto, y al norte, a través del Éufrates, con Mesopotamia y Asia Menor, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada por los grandes imperios vecinos.
Pueblo fenicio
El pueblo creador de esta cultura, los fenicios, que se autodenominaba kna'ani o ben kna'an, coincide con el pueblo cananeo de la Biblia, pero el nombre de fenicio se aplica más bien a los descendientes de los cananeos que habitaban en la franja costera desde Dor (actual Israel) hasta Arados, o Arwad (actual Siria), entre 1200 a. C. y la conquista musulmana.
La denominación del nombre "Fenicia" o del gentilicio de sus habitantes "Fenicios", se remonta a la expresión griega "Finiki" que quiere decir "Rojizo". De esta forma los antiguos griegos se referían a los pobladores de la antigua Fenicia, siendo difícil saber si esto se debia al color rojizo de su piel o a los tintes utilizados para teñir telas también de tonos rojos.
La cultura fenicia es una civilización antigua que no dejó firmes huellas físicas de su existencia. Su lugar geográfico en la historia, es la actual República Libanesa, y el crecimiento desproporcionado de las ciudades, así como los frecuentes enfrentamientos bélicos del pasado, generaron un gran retraso para el hallazgo de nuevas y avanzadas muestras de un pasado glorioso. Sin embargo, a diferencia de otras, dejó un importante legado cultural a las civilizaciones posteriores, entre ellas crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas, los principios comerciales y el alfabeto, que fueron los legados más importantes que dejaron los fenicios. Los fenicios ejercieron una poderosa influencia sobre toda la cuenca del mar Mediterráneo.
Cultura
El pueblo fenicio contribuyó a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión y difusión de ellas, aunque no se le considere como original creador de una gran cultura propia.
Los fenicios utilizaban un alfabeto fonético, que los griegos adaptaron a su propia lengua y, con el tiempo, sirvió de modelo para los posteriores alfabetos occidentales. Este alfabeto constaba de 22 signos para las consonantes, y no tenía vocales, pero fue muy importante pues era sencillo y práctico, a diferencia de otros alfabetos coetáneos que sólo dominaban los escribas y altos funcionarios, tras un arduo aprendizaje.
La cultura fenicia fue muy importante en su época pero, desgraciadamente, han quedado pocas huellas de su historia. Conocemos de su existencia, sobre todo, a través de los textos de otros pueblos que entraron en contacto con ellos, en particular los asirios, babilonios y, más tarde, los griegos. Se estudia principalmente en las ruinas de las ciudades que fueron colonias de Sidón o Tiro, como las de Cerdeña y Andalucía y, sobre todo, en las establecidas en la isla de Chipre.
Arte fenicio
Sus producciones son más artesanales que artísticas, y en sus esculturas, cerámicas, joyas y objetos de metal, domina la influencia egipcia desde el siglo X a. C. (que es la fecha más antigua que se suele asignar al arte fenicio), con elementos asirios, hasta llegar al siglo VII a. C. Sin embargo, a partir de entonces prepondera la influencia griega, llegando a veces a confundirse sus producciones con las griegas, como se confunden las anteriores al siglo X a. C. con las asirias y egipcias.
Las formas de arquitectura se infieren más por los dibujos de los sellos y otros relieves que por las ruinas de sus edificios aunque no faltan algunos restos de piezas arquitectónicas hallados en Chipre y Fenicia. Entre éstos, figura el capitel con volutas, inspirado en el arte oriental y que bien pudo ser el antecesor del capitel jónico. Los templos fenicios (como el de Biblos) se distinguían por tener el santuario sin cubierta. En él se daba culto a una piedra o betilo que generalmente consistía en un aerolito de forma cónica (como piedra caída del cielo) situado en medio de la estancia a la cual precedía un atrio rodeado interiormente de columnas. Era también característica la forma que a los sarcófagos suntuosos de piedra daban los fenicios sidonitas que se adaptaba más o menos al contorno de la figura humana como los de la madera egipcios (sarcófagos antropoides.
Posteriormente, este arte se fue extendiendo a lo largo de toda la costa mediterránea donde los fenicios tenían influencia, llevándolo a esos lugares, además de influenciar a las culturas autóctonas, siendo un claro ejemplo Tartessos, el cual llegó a tener una importante aculturización.
Actividad comercial
El comercio era la actividad principal de la economía de los fenicios. Esta consistía en el intercambio o trueque de mercancías que ellos mismos producían y el transporte de las elaboradas por otros pueblos. Fueron los grandes mercaderes de la antigüedad. La geografía, que propiciaba la instalación de puertos, y la madera de sus bosques les brindaban los elementos básicos para construir barcos y organizar compañías de navegación. Una de ellas fue contratada por el rey persa Darío I en el siglo V a. C. También se convirtieron en una talasocracia, lo que les permitió controlar comercialmente el mediterráneo.
Colonias y factorías
durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esos sitios fueron transformándose en establecimientos permanentes, llamados colonias. Los fenicios no conquistaron territorios, como otros pueblos invasores de la antigüedad, sino que fundaban establecimientos en sitios propicios de las costas para abastecerse y como almacenaje. Los marinos comerciantes de la ciudad de Sidón crearon asentamientos-almacenes amurallados, llamados factorías. También se establecieron en las proximidades de algunas ciudades, donde obtenían concesiones, como en la ciudad egipcia de Menfis.
Las factorías fenicias se esparcían prácticamente por toda la costa mediterránea y sus islas: desde Gádir, más allá del estrecho de Gibraltar que era la puerta del océano Atlántico, hasta las costas de Asia, y el mar Negro. Los viajes fenicios establecieron nexos perdurables entre el Mediterráneo oriental y el occidental, no solo comerciales, también culturales.
Si bien la geografía de la región era accidentada, los fenicios aprovecharon al máximo las posibilidades del suelo para la explotación agrícola y cultivaron hasta en las laderas de las montañas. Sus bosques del Líbano les permitían la explotación maderera. También elaboraron artesanía, como sus cerámicas -muy difundidas y utilizadas-, objetos de vidrio coloreado, y tejidos de lana teñidos con púrpura de Tiro, o murex, un colorante que extraían de un molusco. Desarrollaron una industria de artículos de lujo muy solicitados en la época y de gran valor comercial, como joyas, perfumes y cosméticos.
Alfabeto
Los fenicios fueron los inventores del alfabeto. El alfabeto fenicio comenzó como una serie de ideogramas, un conjunto de símbolos que representaban animales y objetos. A estos ideogramas se les asignaba un valor fonético de acuerdo al nombre, en idioma fenicio, del animal u objeto representado; este alfabeto sólo contenía consonantes, veintidós en total. Era un sistema simple, lo que permitía la difusión del conocimiento y la cultura.
Posteriormente, el alfabeto fenicio fue adoptado y modificado por los griegos para representar su idioma. Los griegos tomaron algunas letras del alfabeto fenicio y les dieron valor de vocal; debido a las diferencias lingüísticas entre ambos idiomas (griego = indoeuropeo, fenicio = semita) también cambiaron la pronunciación de algunas letras, y agregaron algunos símbolos para representar sonidos inexistentes en fenicio. El alfabeto latino proviene del alfabeto etrusco, que fue a su vez una adaptación del alfabeto griego.
Los hebreos también adoptaron el alfabeto fenicio, aunque dada la similitud de sus lenguas y la mutua influencia por su cercanía geográfica hubo una menor modificación que con los griegos.
El alfabeto fenicio ha sido en una u otra forma la base para los alfabetos latino, griego, cirílico, árabe, y algunos estudiosos consideran que también dio origen a los abugidas del subcontinente asiático.
Religion
Los dioses adorados por los fenicios varían de una ciudad a otra. Así el panteón de Sidón difiere del de Tiro o el de Chipre. Aun así, algunas divinidades están presentes de una forma u otra en la mayoría de las ciudades significativas. Estas divinidades son principalmente Astarté, Baal, Dagón, Resef y Melqart.
mitologia
Muy poco es lo que se sabe del pueblo fenicio, el más aventurero y osado de todos los pueblos de la antigüedad, aquel «que separó las columnas de Hércules y que miró con ojos atónitos el Atlántico». Los griegos se movían mucho, pero era en su lago Mediterráneo, de isla en isla, tan cercanas, que los héroes saltaban de una a otra a pie enjuto. ¡Admirable pueblo lleno de inquietudes y de atisbos!
Los romanos, sus más implacables enemigos, se cuidaron de pulverizarlo; intentaron que no quedara de él ni una huella, ni un recuerdo. De su historia se sabe poco.
Plauto hace hablar en lengua púnica a una de sus máscaras, quedan fragmentos de una Agricultura de Magan y el relato del periplo maravilloso de Han-non.
Menos se sabe de su Mitología, que debió de ser muy hermosa y compleja, ya que era exuberante la imaginación y el apasionamiento grande en los fenicios.
Cabe afirmar que las primeras creencias de esta raza singular estaban dedicadas a un dios único, complicado quizá con la idea de una trinidad. Dicho dios único era conocido con dos nombres: con el de Il o El (Elim), en las comarcas del Norte del país, y en las del Sur con el de Bel o Bhal, señor del cielo y soberano del mundo. Tal vez la distinción de nombres corresponda a cada una de las ramas de la raza, a los hijos de Canaán y a los nietos de Mezraim.
DIOSES DE LA MITOLOGíA FENICIA
ADÓN
"Adonis" en griego. Era también un título genérico de los dioses (significaba Amo, Dueño, Señor), pero llegó a convertirse en divinidad especial, personal y acaso la más importante de Fenicia a travez del Adón de Gebal, o Adonis de Biblos. No conocemos su verdadero nombre, a menos que fuera el Tamuz babilónico. Era un dios joven, una divinidad de la vegetación, singularmente de la primavera, que renace a una nueva vida después del invierno, por lo que no es extraño que se identificara con el egipcio Osiris y que ambos mitos se influyeran con mucha intensidad.
ALEYIN
Tenía como misión hacer surgir agua suficiente, de los manantiales y fuentes, para el necesario riego de todas las plantas y su crecimiento. El estado de humedad dependia, por lo tanto, de él y, por esto mismo, se constituía en espíritu de fuentes, manantiales, arroyos y ríos. Aleyin era hijo de Baal. El término Aleyin significaba "el que cabalga sobre las nubes", pues él producía la lluvia y, como consecuencia, por él había suficiente vegetación en la tierra. Era una deidad imprescindible dentro de la mitología, suficientemente pragmática, de los pueblos fenicios.
ANAT
Hermana del dios Aleyin. Era la encargada de esparcir con su rocío a la Tierra, llamada esta acción por los narradores de mitos como "la grasa de la Tierra". Cuando llega el alba, y el Sol sale, sus rayos rebotan contra el rocío que Anat depositara durante la noche y toda la Tierra adquiere un color plateado y puro.
ASHTART, ASTARTÉ O ACHERAT
Astarté, como entre los cananeos, la divinidad femenina más importante, "madre creadora de los dioses", que tenía por misión infundir sabiduría a los dioses y procurarles consejo cuando a ella acudían en demanda de ayuda. Ella era la personificación de la fecundidad de las tierras y los animales y diosa del amor. Recibía especial adoración en Gebal (Biblos).
En la Biblia se la conoce como Ashtoret; en Babilonia, como Ishtar; en la antigua Grecia como Afrodita. Pero en Biblos se la conocía como Baalat (es decir, "señora"), evidentemente la versión femenina de Baal (que quiere decir "señor").
BAAL
Baal (Ba'al) significa: Señor, dueño, amo. Baal era la deidad cananea más importante porque para ellos controlaba la lluvia, las tormentas, y por lo tanto, la agricultura. Los cananeos creían que él les proporcionaba la prosperidad económica por medio de buenas cosechas y grandes rebaños. Aunque parece que Omri introdujo a Baal, el dios de Tiro, en Israel, fue Acab quien promovió su adoración cuando construyó un templo para este dios pagano en Samaria para complacer a Jezabel, su esposa fenicia. El mito cuenta que Baal, dios de las tormentas, de la lluvia y de las montañas, en unión con su esposa Baalat, es decir, "Señora", tuvieron un hijo Aliyan, que junto con su padre luchan contra Mot, Dios de la sequía y el mundo inferior. Baal era llamado Melkart en Tiro, Adonis en Biblos, Amón en Cartago.
BES
Deidad de aspecto anodino y de porte mediocre, y lo representaban con un cuerpo panzudo y rechoncho, casi enano; los cartagineses colocaban, con frecuencia, la efigie de la deidad en la proa de sus navíos.
DAGÓN
Nació como el grano divinizado, es decir, estaba asociado con el trigo, pero luego se volvió el más popular de los dioses fenicios del mar y significó esencialmente "pez".
EL
Era la primera de las deidades, no habiendo existido antes que él ninguna otra generación de dioses y así, ocupaba el puesto superior en la jerarquía de los dioses. Se le asoció con el astro-rey, es decir, con el Sol, siendo adorado, desde tiempo inmemorial, por varios pueblos de etnia semita. Estaban sometidos a "El" pueblos enteros; en tanto la tierra le debía su fertilidad, los océanos, mares, rios y manantiales, el agua. "El" distribuía el tiempo, y por ello era conocido como el "PADRE DE LOS AÑOS". De acuerdo con la leyenda, su morada se hallaba bastante cercana a la desembocadura de los grandes rios dotándola el mismo de su caudal. Sin "El" no hubiese habido, decían, ni mañana, ni tarde, ni noche, ni tampoco días o años. Todo, pues, estaba bajo el control de "El". Era el dios fundamental de Ugarit, sabio y justo, que gobierna a los hombres y les comunica sus órdenes por sueños. Regente de lo oculto y sujeto al Hado.
ESHMUN O ESHUMUN
Señor de Sidón cuyo cometido era la curación. Era en sus orígenes una divinidad de la salud y la vida, por lo que los griegos lo tradujeron por Asclepios. Su versión femenina, Ashima, se adoraba en la ciudad de Hamat, en el norte de Siria.
MELCART
Era el señor de la ciudad de Tiro, que en sus orígenes conmenzó como divinidad solar, pero que acabó apropiándose advocaciones de otras, caso muy general en Fenicia, hasta convertirse en dios marítimo y en verdadero héroe de la ciudad, fuerte y animoso, por lo que los griegos lo identificaron con Heracles.
MUTH, MUCH O MOT
Era el dios encargado de enviar el suave calor necesario para hacer la tierra fértil para que el fruto surgiera de esta.
RESHEF
Dios asociado con las plagas.
SAPAS
Tenía el poder de predecir el futuro y, según la leyenda hallada en las tablas de arcilla de Ras Shamra, participó en la lucha entre los dos rivales más célebres de toda la mitolgía fenicia, es decir, entre los dioses Aleyin y Much. Fue Sapas quien auguró la derrota de Much ante Aleyin y le maldijo: "Que Aleyin no tenga piedad de ti. ¡Que arranque las puertas de tu morada! ¡Que rompa el cetro de tu soberanía! ¡Que derribe el trono de tu realeza!".
Sapas, según la mitología fenicia, confería luz a los propios dioses, y los guiaba entre senderos de salvación cuando éstos habían perdido el rumbo; por todo ello se la conocía con el sobrenombre de "Antorcha de los dioses". Tenía, además, una función de emisario, pues en ocasiones excepcionales era enviada por los más poderosos dioses ante, por ejemplo, los participantes en litigios y contiendas. Cuenta la leyenda que en la lucha que mantenían los dioses Aleyin y Much, participó como enviada de los dioses -para informarse, y para ayudar decisivamente a Aleyin. Recibió órdenes del propio Baal a través de la diosa Anat, que también ejercía de recadera de los dioses.
TANIT
Según algunas versiones, Tanit era la personificación del planeta Venus y, por ende, simbolizaba el amor y el afecto; recibía, en este caso, el nombre de Astarté y se decía de ella era la cara de Baal. Se la ha comparado con la diosa Hera, la esposa de Zeus, según la mitología clásica, pues los cartagineses la adoraban como reina de los dioses y, por lo mismo, la reconocían como esposa del gran Baal Hammón.
TSAPHON
Era el señor del norte, idéntico al cananeo Hadad y a veces se le designaba también con este nombre. Era dios del cielo y de la atmósfera, de la tempestad y del rayo, y se representaba con una lanza que el dios clavaba en el suelo. Se identificó con el egipcio Sukhet o Resheph.
Muy poco es lo que se sabe del pueblo fenicio, el más aventurero y osado de todos los pueblos de la antigüedad, aquel «que separó las columnas de Hércules y que miró con ojos atónitos el Atlántico». Los griegos se movían mucho, pero era en su lago Mediterráneo, de isla en isla, tan cercanas, que los héroes saltaban de una a otra a pie enjuto. ¡Admirable pueblo lleno de inquietudes y de atisbos!
Los romanos, sus más implacables enemigos, se cuidaron de pulverizarlo; intentaron que no quedara de él ni una huella, ni un recuerdo. De su historia se sabe poco.
Plauto hace hablar en lengua púnica a una de sus máscaras, quedan fragmentos de una Agricultura de Magan y el relato del periplo maravilloso de Han-non.
Menos se sabe de su Mitología, que debió de ser muy hermosa y compleja, ya que era exuberante la imaginación y el apasionamiento grande en los fenicios.
Cabe afirmar que las primeras creencias de esta raza singular estaban dedicadas a un dios único, complicado quizá con la idea de una trinidad. Dicho dios único era conocido con dos nombres: con el de Il o El (Elim), en las comarcas del Norte del país, y en las del Sur con el de Bel o Bhal, señor del cielo y soberano del mundo. Tal vez la distinción de nombres corresponda a cada una de las ramas de la raza, a los hijos de Canaán y a los nietos de Mezraim.
DIOSES DE LA MITOLOGíA FENICIA
ADÓN
"Adonis" en griego. Era también un título genérico de los dioses (significaba Amo, Dueño, Señor), pero llegó a convertirse en divinidad especial, personal y acaso la más importante de Fenicia a travez del Adón de Gebal, o Adonis de Biblos. No conocemos su verdadero nombre, a menos que fuera el Tamuz babilónico. Era un dios joven, una divinidad de la vegetación, singularmente de la primavera, que renace a una nueva vida después del invierno, por lo que no es extraño que se identificara con el egipcio Osiris y que ambos mitos se influyeran con mucha intensidad.
ALEYIN
Tenía como misión hacer surgir agua suficiente, de los manantiales y fuentes, para el necesario riego de todas las plantas y su crecimiento. El estado de humedad dependia, por lo tanto, de él y, por esto mismo, se constituía en espíritu de fuentes, manantiales, arroyos y ríos. Aleyin era hijo de Baal. El término Aleyin significaba "el que cabalga sobre las nubes", pues él producía la lluvia y, como consecuencia, por él había suficiente vegetación en la tierra. Era una deidad imprescindible dentro de la mitología, suficientemente pragmática, de los pueblos fenicios.
ANAT
Hermana del dios Aleyin. Era la encargada de esparcir con su rocío a la Tierra, llamada esta acción por los narradores de mitos como "la grasa de la Tierra". Cuando llega el alba, y el Sol sale, sus rayos rebotan contra el rocío que Anat depositara durante la noche y toda la Tierra adquiere un color plateado y puro.
ASHTART, ASTARTÉ O ACHERAT
Astarté, como entre los cananeos, la divinidad femenina más importante, "madre creadora de los dioses", que tenía por misión infundir sabiduría a los dioses y procurarles consejo cuando a ella acudían en demanda de ayuda. Ella era la personificación de la fecundidad de las tierras y los animales y diosa del amor. Recibía especial adoración en Gebal (Biblos).
En la Biblia se la conoce como Ashtoret; en Babilonia, como Ishtar; en la antigua Grecia como Afrodita. Pero en Biblos se la conocía como Baalat (es decir, "señora"), evidentemente la versión femenina de Baal (que quiere decir "señor").
BAAL
Baal (Ba'al) significa: Señor, dueño, amo. Baal era la deidad cananea más importante porque para ellos controlaba la lluvia, las tormentas, y por lo tanto, la agricultura. Los cananeos creían que él les proporcionaba la prosperidad económica por medio de buenas cosechas y grandes rebaños. Aunque parece que Omri introdujo a Baal, el dios de Tiro, en Israel, fue Acab quien promovió su adoración cuando construyó un templo para este dios pagano en Samaria para complacer a Jezabel, su esposa fenicia. El mito cuenta que Baal, dios de las tormentas, de la lluvia y de las montañas, en unión con su esposa Baalat, es decir, "Señora", tuvieron un hijo Aliyan, que junto con su padre luchan contra Mot, Dios de la sequía y el mundo inferior. Baal era llamado Melkart en Tiro, Adonis en Biblos, Amón en Cartago.
BES
Deidad de aspecto anodino y de porte mediocre, y lo representaban con un cuerpo panzudo y rechoncho, casi enano; los cartagineses colocaban, con frecuencia, la efigie de la deidad en la proa de sus navíos.
DAGÓN
Nació como el grano divinizado, es decir, estaba asociado con el trigo, pero luego se volvió el más popular de los dioses fenicios del mar y significó esencialmente "pez".
EL
Era la primera de las deidades, no habiendo existido antes que él ninguna otra generación de dioses y así, ocupaba el puesto superior en la jerarquía de los dioses. Se le asoció con el astro-rey, es decir, con el Sol, siendo adorado, desde tiempo inmemorial, por varios pueblos de etnia semita. Estaban sometidos a "El" pueblos enteros; en tanto la tierra le debía su fertilidad, los océanos, mares, rios y manantiales, el agua. "El" distribuía el tiempo, y por ello era conocido como el "PADRE DE LOS AÑOS". De acuerdo con la leyenda, su morada se hallaba bastante cercana a la desembocadura de los grandes rios dotándola el mismo de su caudal. Sin "El" no hubiese habido, decían, ni mañana, ni tarde, ni noche, ni tampoco días o años. Todo, pues, estaba bajo el control de "El". Era el dios fundamental de Ugarit, sabio y justo, que gobierna a los hombres y les comunica sus órdenes por sueños. Regente de lo oculto y sujeto al Hado.
ESHMUN O ESHUMUN
Señor de Sidón cuyo cometido era la curación. Era en sus orígenes una divinidad de la salud y la vida, por lo que los griegos lo tradujeron por Asclepios. Su versión femenina, Ashima, se adoraba en la ciudad de Hamat, en el norte de Siria.
MELCART
Era el señor de la ciudad de Tiro, que en sus orígenes conmenzó como divinidad solar, pero que acabó apropiándose advocaciones de otras, caso muy general en Fenicia, hasta convertirse en dios marítimo y en verdadero héroe de la ciudad, fuerte y animoso, por lo que los griegos lo identificaron con Heracles.
MUTH, MUCH O MOT
Era el dios encargado de enviar el suave calor necesario para hacer la tierra fértil para que el fruto surgiera de esta.
RESHEF
Dios asociado con las plagas.
SAPAS
Tenía el poder de predecir el futuro y, según la leyenda hallada en las tablas de arcilla de Ras Shamra, participó en la lucha entre los dos rivales más célebres de toda la mitolgía fenicia, es decir, entre los dioses Aleyin y Much. Fue Sapas quien auguró la derrota de Much ante Aleyin y le maldijo: "Que Aleyin no tenga piedad de ti. ¡Que arranque las puertas de tu morada! ¡Que rompa el cetro de tu soberanía! ¡Que derribe el trono de tu realeza!".
Sapas, según la mitología fenicia, confería luz a los propios dioses, y los guiaba entre senderos de salvación cuando éstos habían perdido el rumbo; por todo ello se la conocía con el sobrenombre de "Antorcha de los dioses". Tenía, además, una función de emisario, pues en ocasiones excepcionales era enviada por los más poderosos dioses ante, por ejemplo, los participantes en litigios y contiendas. Cuenta la leyenda que en la lucha que mantenían los dioses Aleyin y Much, participó como enviada de los dioses -para informarse, y para ayudar decisivamente a Aleyin. Recibió órdenes del propio Baal a través de la diosa Anat, que también ejercía de recadera de los dioses.
TANIT
Según algunas versiones, Tanit era la personificación del planeta Venus y, por ende, simbolizaba el amor y el afecto; recibía, en este caso, el nombre de Astarté y se decía de ella era la cara de Baal. Se la ha comparado con la diosa Hera, la esposa de Zeus, según la mitología clásica, pues los cartagineses la adoraban como reina de los dioses y, por lo mismo, la reconocían como esposa del gran Baal Hammón.
TSAPHON
Era el señor del norte, idéntico al cananeo Hadad y a veces se le designaba también con este nombre. Era dios del cielo y de la atmósfera, de la tempestad y del rayo, y se representaba con una lanza que el dios clavaba en el suelo. Se identificó con el egipcio Sukhet o Resheph.
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