domingo, febrero 05, 2012

libros y apuntes concurridos por los humanos....



Noticia Preliminar.

     L
a presente edición es una traducción de la versión que hizo Aristotile de Laurent en inglés. Se ha utilizado el metro más propio de la lengua castellana (el octosílabo) para realizar esta tarea, si bien muchos versos no mantienen este metro, debido principalmente a causas estilísticas. Esta traducción no pretende ser una versión definitiva del Libro de Nod, pues no se han tenido en cuenta ni los pies, ni las cesuras, ni la métrica del original. Ésta se ha llevado a cabo de una forma un tanto precipitada, más propia de un Toreador o de un Malkavian.

            Debido a las exigencias del léxico en el original se ha introducido un cierto número de neologismos, si bien son de fácil comprensión, y aquellos que no lo son van acompañados de una nota que los aclara.

            Las correlaciones entre distintos ciclos mitológicos ha influido en gran medida en esta obra, y aunque algunas de ellas están explicadas mediante notas, la mayoría ha sido deliberadamente omitida para no dar la sensación de texto académico. Así pues, aquellas culturas alejadas tanto por la distancia como por el tiempo de la judeocristiana se han visto apartadas de las notas críticas de cada parte o canto.

            Los versos han sido numerados para facilitar su estudio a mentes no excesivamente preclaras, y aunque no se corresponden, en la mayoría de los casos, con los del texto original, sí se mantiene la correspondencia entre estrofas. Respecto a las estrofas hay que decir que se ha evitado la creación de laisse imitando la épica romance medieval. Esta decisión se ha tomado para evitar ser cargante con la sonoridad, eludiendo cualquier cacofonía posible por lo que a rima se refiere.

            Por último, si alguien desea hacerme llegar cualquier posible error de esta versión aún no definitiva, le ruego que lo cite de la siguiente manera: si hace referencia al texto traducido, indicando el canto al cual pertenece y el verso en cuestión (p.e: Los Signos de la Gehenna, vv. 2: "planto" es arcaizante. Sería mejor utilizar "llanto"); y si hace referencia al texto original, indicando el canto y la estrofa (p.e: The Signs of Gehenna, #1: "cry" se traduciría mejor como "lamento" o "grito", teniendo en cuenta su significado de angustia en inglés y su sensación de inminencia).

            Dicho esto, ya no queda ningún punto oscuro por esclarecer, tan sólo decir que la traducción de la Crónica de las Sombras ya está en marcha, y que aparecerá en breve.

            Cordialmente,

            E. D.








Prólogo
            N
o es importante que esta parte del Libro de Nod no sea comparativamente certero con el canon bíblico estándar. Lo que es importante es que tenemos, quizás por primera vez, un punto de vista personal de los eventos que ocurrieron durante los días posteriores a la Caída. Caín nos narra en sus propias palabras cuáles fueron sus motivos, y aunque sea posible que esta historia exista sólo para moldear la idea que tengamos de él, podemos asumir que hay algún elemento verdadero en su historia. Su relato es, después de todo, el único testimonio presencial en que podemos basarnos.

Ah, nuestro querido Padre. En varios mitos islámicos, la figura equivalente a Satanás es expulsada del Cielo no por odiar la humanidad, sino por amar tanto a Dios hasta el extremo de no querer arrodillarse ante nadie que no sea Dios, no sirviendo así a la humanidad. Esto es quizás lo que tiene en común con el amor de Caín: ama tanto a su hermano que no pude pensar en ningún otro sacrificio digno de Aquél en lo Alto[1]. Seguramente Caín no podría haber tenido ninguna otra razón para sacrificar a su hermano. No pudo haber conocido la muerte, habiendo nacido antes de que la Muerte fuera algo que la humanidad hubiera experimentado.

Otras figuras de este tiempo también juegan papeles instrumentales en la obra. Seguramente no es una mitológica transliteración pura lo que hace a Lilith aparecer en esta historia, ya que ella es una figura en los fragmentos más antiguos de los Midrashim hebreos. Habiendo sido expulsada del Paraíso en primer lugar, podría haber reconocido a Caín como uno que estuvo en la luz del Cielo y posteriormente expulsado. Hay algunos de mis colegas que creen que este fragmento representa la idea de que Lilith, madre de la magia y diablesa, enseñó las primeras disciplinas a Caín. Otros la ven como una comadrona del despertar del potencial mágico de nuestro Padre.

Lo que queda por descubrir es el Ciclo de Lilith[2], que supuestamente describe el tiempo en que Caín estuvo junto con Lilith como su sirviente y amante. ¿Fue éste meramente un flirteo, o pudo ser algún tipo de aprendizaje místico, durante el cual Lilith gradualmente extrajo de Caín las limitaciones que el Divino había puesto en él, y lentamente lo Despertó[3] hacia sus propios poderes mágicos? El hecho es que ella se muestra turbada cuando él bebe su sangre del vaso del Despertar[4], poniendo de manifiesto su falta de comprensión total de aquello en lo que su sangre podría convertir al Primer Hijo de Adán.

No debemos perder el tiempo especulando si el vaso causa una alucinación a Caín o si Caín es transportado físicamente a un yermo en algún lugar de la Oscuridad. Esto no es comprendido totalmente, ni es expuesto con claridad en la traducción del texto original. Los versos originales esencialmente significan “aspirado” o “trasladado”. Ambos significados de la palabra apuntan a las dos explicaciones. Y nosotros no ganamos mucho en el debate que nos ocupa: no tiene importancia que Caín fuera transportado físicamente o no. De modo similar a las visiones chamánicas producidas como el resultado del consumo ritual de alucinógenos, la experiencia que vivió Caín fue tan real para él como cualquier viaje puede serlo para nosotros.

Mi chiquillo, Beckett, continúa reafirmando de que la Crónica de Caín es una parábola vampírica. Yo estoy en desacuerdo totalmente, pero Beckett es un chiquillo a quien aprecio enormemente. Incluiré sus estudios y descubrimientos aquí, en las páginas que siguen a ésta.

   






Prefacio
     N
o puedo explicaros el desabrigado miedo que siento, escribiendo estas palabras por primera vez y de forma definitiva. Quizás me arrepentiré de ellas; quizás jamás sean impresas. Pero es mi naturaleza narrar esto. Lo llevo, como suelen decir, en la sangre.

Mi sire, y su sire antes que él, siguió esta grande y gloriosa tarea. En efecto, nuestra propia naturaleza se ha formado gracias a ésta búsqueda; no somos capaces de dejar de buscar algún saber oculto. Nosotros somos de los Mnemosínidas[5], los Buscadores de Recuerdos. Específicamente, a nosotros nos encargaron la tarea de buscar el Libro, el tomo de todas las tradiciones de los Vástagos, una colección de escritos de Caín, sus hijos y los hijos de sus hijos. Es este libro, supuestamente escrito por primera vez en la tierra de Nod, al este del Edén, quien captura las pesadillas diurnas y convierte cada noche en un sendero doloroso que va desde la ignorancia hacia la verdad.

A pesar de todo, saboreo cada momento de mi no-vida. Saboreo la sensación de mi vieja piel arrugada a través de guantes de seda, girándolos[6] página a página. Mis manos tiemblan con placer mientras sujetan suaves, frías luces y leen tinta que se secó cuando Carlomagno era joven. Saboreo el gentil, quieto terror de leer tabletas cuneiformes que amenazan con desmenuzarse ante mi presencia. Más que esto, quizá más que la mortalidad en si misma, es la búsqueda que quema en mi interior. Es explorar[7]. He viajado alrededor del mundo, quizás más que ningún otro de mi línea de sangre.

Allí donde mi búsqueda me lleve, ¡no conoceré temor alguno! Aunque pequeño de talla y de cuerpo débil, mi corazón es fuerte y mi sangre aún más. ¡No tengo miedo de ir a esos lugares sombríos donde los fragmentos de las lecciones de nuestro Padre, lanzados a lo lejos, yacen descansando!

Me he perdido en la cruda brutalidad de Nueva York, libado té con el gobernador de Kingston, hecho rencorosos enemigos en Johannesburg, alquilado los mejores cavadores en el Cairo, luchado para poder arribar a Casablanca, estudiado la antigua siderurgia y los antiguos monumentos en Toledo, cavado en los blancos riscos de Dover, apenas evitado una pelea mortal en Dublín, pasado furtivamente ante observadores ojos en Brest, y liberado antiguos tomos del monasterio Colonia. He salvado doce rollos sagrados de la quema en Berlín, bebido el mejor café y hablado con los más grandes eruditos austríacos en Viena, estudiado antiguo sumerio con un Matusalén como mentor en los túneles ocultos bajo la Universidad de Praga y resistido los más fríos inviernos que Oslo podría ofrecer.

Pero no lo he hecho tan sólo con mis habilidades[8].

Apenas pasa una noche que no agradezca a nuestro Fundador por su previsión al proveerme con los secretos métodos para esconderse, la forma de ver más allá de la vista y la voz de la dominación que parece ser adquirida fácilmente por los de nuestra saga, y he largamente bendecido mi guerrero amigo Karsh, quien me enseñó el secreto de ver en la oscuridad y dormir en la tierra.

Y, todavía, aún me pregunto con qué más nuestro fundador nos proveyó. Mi sire y su sire parecen haber sido víctimas de una horrible maldición. Una locura, oscura y apacible al principio pero rápidamente agravada hacia una pérdida terrible de pensamiento coherente y comunicación, parece que los haya golpeado ¿Puedo estar yo muy lejos de este estado? Mi amigo Tremere me ha escrito diciendo que la necesidad ardiente que afecta mi línea de sangre debe de haber sido la causa de la locura. Debo ser sincero, no puedo luchar en contra de adquirir más conocimientos. Es tan difícil de resistir como lo son la necesidad de dormir y la de beber sangre.

Es quizás esta locura, lo que yo más temo, lo que me obliga a ir con prisas a galeras[9] con esta traducción. Sabed que no intento romper la  frágil Mascarada de Raphael imprimiendo estas palabras. Es mi intención que el escaso número de diez copias de este libro sean impresas, y que ninguna de estas caiga en manos de los hijos de Seth (como nuestro Padre ordena en la Crónica de las Sombras).

Debo publicar esto ahora, sin embargo. Es la más completa compilación de las Crónicas del Libro de Nod que jamás ha sido reunida. Ninguna otra traducción, incluso el Códice de Caín de Critias[10], ha sido tan completa

Y sin embargo me apena decir que éste no reúne el texto completo. Nada más lejos. He visto enteros fragmentos convertirse en humo mientras las llamas consumían antiguos edificios. He tocado una versión completa del Libro en la tumba de un Antediluviano, y visto cómo se convertía en polvo.
Sé que en las catacumbas de la Ciudad de Oro Perdida, escondida en las profundidades de la jungla amazónica, hay trece fragmentos de piedra de los que se dice contienen mensajes específicos para cada una de las trece tribus de Vástagos, pero los pude vislumbrar un instante antes de que fuera expulsado de allí. Por consiguiente, sólo me puedo enorgullecer de tener una parte del puzzle: la más extensa parte jamás reunida, cierto, pero todavía sólo una parte del total.

He escogido el inglés ya que es mi lengua materna. Es, en mi opinión, la lengua que con más comodidad danza entre los antiguos conceptos de Sumeria, la noble lengua de la Roma clásica y los estentóreos ensalmos de la Alemania medieval. Debo rogar perdón esta, en algunos casos poco sincera, simplificación. Sin embargo, defenderé siempre mi elección. El inglés regio me servirá bien, especialmente desde que muchos de los textos originales se han perdido para mí.

Es quizás mi particular travesura que siga las hebras del recuerdo de cada uno de los fragmentos de este Libro, y sin embargo sé que hay quienes me acosan a cada paso que doy. Sé que Amelek ha intentado frustrar mis investigaciones, del mismo modo que lo han hecho otros Matusalenes. Es difícil encontrar, por ejemplo, los listados de los nombres de los Antediluvianos y los Matusalenes ya que ellos saben que en los nombres reside poder, y ellos, temiendo que algunos magos pudieran aprender cómo controlarlos con él, los han borrado de la Historia, sin importar dónde éstos hayan podido ser recobrados.

He logrado descubrir algunos de ellos, pero sospecho que éstos fueron nombres falsos creados por los antediluvianos para alejarme de mi objetivo, por lo que los transcribo aquí. Ésta puede ser la única manera de identificar ciertos Antediluvianos. Además, he caído en la costumbre (lamentablemente) de referirme al fundador del clan con el nominativo del nombre del clan. Por ejemplo, “Malkav” equivale a “malkavian”. Esto es, admitámoslo, poco más que fórmulas mnemotécnicas poco sólidas, pero no he tenido otra elección. Una vez averigüé el verdadero nombre del Antediluviano Brujah y descubrí mi propio nombre grabado en mi antebrazo al siguiente anochecer. Inmediatamente juré no volver a buscar los nombres de estos fundadores[11].

Estoy casi seguro de que, incluso mientras escribo estas palabras, hay agentes de la Jyhad que me siguen. Esta noche no iré a la sala comunitaria en el piso de abajo porque anoche bebí demasiada sangre perfumada con vino y vi a una mujer con los ojos de color verde plateado mirándome. Llevaba bordado el símbolo Ventrue del cetro en su túnica. Sé que era ella, buscándome, enviada por Ventrue para hostigarme. No importa ¡Escribiré la verdad y el resto de vosotros sed condenados!

He intentado compilar estos fragmentos textuales en una historia coherente, como mínimo en el interior de los contextos de las varias Crónicas. Donde veáis una elipsis, sabed que hay más palabras en ese particular fragmento, pero que de alguna manera se han perdido, borrado o escondido de mí.

Sólo espero que un paquete proveniente de Londres para finalizar esta misiva y haber concluido este libro. Este paquete me traerá una de las copias del Códice de Caín que todavía existen, y será la última pieza de mi complejo puzzle. Deseo tocarlo, abrazarlo, con gran expectación. Y si cualquiera de mis hermanos o hermanas se acerca a él... ¡los llevaré a la muerte de Fuego! Dejad que la espada sagrada de Miguel[12] los marque, por todo lo que protejo. Nadie ha llegado tan cerca. Reinaré triunfante entre los míos.

Con Triunfo,


Aristotile de Laurent.

Los primeros tiempos




Sueño los primeros tiempos[i]
            De la más larga memoria.
            Canto[ii] los primeros tiempos
            De todos más viejo Padre.
5          Canto los primeros tiempos
            Y el claro amanecer
            De toda la Oscuridad.

            En Nod[iii], donde la luz
            Del Paraíso alumbra
10        El azabache nocturno
            Y gotas de nuestros padres
            Mojan y ablandan el suelo.

            De nos, todos y cada uno,
            Decidimos poder como
15        Quisiéramos vivir y
            Coger nuestros alimentos
            De las entrañas de la tierra.

            Yo, primogénito Caín,
            Con útiles puntiagudos[iv],
20        Planté[v] semillas oscuras,
            Las regué dentro de la tierra,
            Las cuidé, las vi crecer.

            Él, segundogénito Abel,
            Cuidó de los animales,
25        Ayudó en sus sangrientos[vi]
            Partos, los alimentó,
            Y también los vio crecer.

            Yo lo amaba, a mi hermano.
            Él, él era el más brillante,
30        El más dulce, el más fuerte.
            Él era la prima parte[vii]
            De toda mía alegría.

            Entonces, en un día
            De abril, nuestro Padre[viii] dijo:
35        "Caín, Abel, un regalo
            A Aquél en lo Alto[ix] debéis
            Hacer, un sacrificio -
            Un don de la prima parte
            De todo cuanto tenéis".

40        Yo, primogénito Caín,
            Recolecté tiernos brotes,
            Y los frutos más brillantes,
            Y la yerba más fresca.

            Y él, segundogénito Abel,
45        Sacrificó el más joven,
            El más fuerte, el más tierno
            De todos sus animales.

            Sobre el altar de nuestro Padre
            Posamos los sacrificios
50        Y prendimos fuego so ellos,
            Y el humo se los llevó
            Hacia Aquél en lo Alto.

            El sacrificio de Abel,
            Segundogénito, olió
55        Dulce a Aquél en lo Alto,
            Y Abel fue bendecido.

            Yo, primogénito Caín,
            Fui golpeado desde lo lejos[x]
            Por una severa palabra
60        Y una maldición, pues indigno
            Resultó mi sacrificio.

            Miré el sacrificio de Abel,
            Todavía humeante,
            La carne, la sangre.
65        Lloré, me tapé los ojos,
            Oré de día y de noche.

            Y cuando nuestro Padre[xi] dijo:
            "El tiempo del sacrificio
            Ha llegado ya de nuevo".

70        Y Abel condujo su más joven,
            Su más tierno, más amado
            Hacia el fuego sacrificial.

            Yo no llevé mi más joven,
            Mi más tierno, pues sabía
75        Que Aquél en lo Alto
            De ningún modo los querría.

            Y mi hermano, querido Abel,
            Me dijo: "Caín, no has traído
            Un sacrificio, un regalo
80        De la prima parte de
            Tu alegría, para quemarlo
            En la ara de Aquél en lo Alto".

            Yo lloré lágrimas de amor
            Cuando, con mis útiles
85        Puntiagudos, sacrifiqué
            Aquello que era la parte
            Primera de mi alegría,
            Mi hermano.

            Y la Sangre[xii] de Abel
90        Cubrió el altar, y olía
            Dulce mientras ardía.

            Pero mi Padre dijo:
            "Maldito estás, Caín,
            Quien mataste a tu hermano.
95        Como yo fui expulsado,
            Así lo serás tú"[xiii].

            Y Él me exilió
            A vagar en la oscuridad,
            La tierra de Nod[xiv].

100      Me precipité en la Oscuridad.
            No vi ninguna luz
            Y estaba asustado[xv].
Y solo
La llegada de Lilith


Estaba solo en la oscuridad
            Y mi hambre creció.
            Estaba solo en la oscuridad
            Y mi frío creció.
5          Estaba solo en la oscuridad
            Y lloré[xvi].

            Vino entonces a mí,
            Una voz suave, dulce,
            Palabras de socorro,
10        Palabras de consuelo[xvii].

            Una mujer, oscura
            Y hermosa, con sus ojos
            Cortando la oscuridad,
            Vino entonces a mí[xviii].

15        “Conozco tu historia,
            Caín de Nod”, me dijo,
            Sonriendo.
            “Estás hambriento ¡Ven!
            Tengo comida.
20        Tienes frío ¡Ven!
            Tengo ropas.
            Estás triste ¡Ven!
            Tengo consuelo”.

            “¿Quién podría consolar
25        Alguien tan maldito como yo?
            ¿Quién me vestiría?
            ¿Quién me alimentaría?”

            “Soy la primera esposa
            De tu padre, quien discutió
30        Con Aquél en lo Alto
            Y obtuvo la Libertad
            En la Oscuridad.
            Yo soy Lilith[xix].

            Una vez, tuve frío,
35        Y no hubo calor para mí.
            Una vez, tuve hambre,
            Y no hubo comida para mí.
            Una vez, estuve triste,
            Y no hubo consuelo para mí”.

40        Con ella me llevó,
            Me alimentó y me vistió.
            Y en sus brazos,
            Encontré consuelo.
            Lloré hasta que la sangre
45        Goteaba desde mis ojos.
            Y ella con sus besos
            Las llevó lejos[xx].

La magia de Lilith


Moré en la Casa de Lilith[xxi]
            Por un tiempo. Y pregunté:
            “Desde la Oscuridad,
            ¿Cómo construiste
5          este lugar,
            Cómo pudiste tejer
            Estas ropas,
            Cómo pudiste cultivar
            Esta comida?”

10           Y Lilith sonrió y dijo:
            “No como tú, estoy Despierta.
            Veo los Peligros que giran
            A tu alrededor.
            Creo lo que necesito
15        Mediante el Poder[xxii]

            “Despiértame entonces, Lilith”
            Dije. “Necesito tener
            Este poder. Entonces,
            Podré tejer mis ropas,
20        Cultivar mi comida,
            Construir mi propia Casa”.

            La preocupación tiñó
            El rostro de Lilith. Y dijo:
            “Ignoro lo que el Despertar
25        Hará para ti, pues tú
            Estás realmente Maldito
            Por tu Padre.
            Podrías morir, podrías
            Cambiar para siempre”.

30        Y Caín díjole a esto:
            “Incluso entonces,
            Una vida sin Poder
            No sería realmente vida.
            Moriría sin tus dones.
35        No viviré como tu Esclavo”.

            Lilith me amaba,
            Y yo lo sabía;
            Haría lo que le pedí,
            Aunque no lo deseara.

40        Y fue entonces cuando Lilith,
            La de ojos brillantes,
            Me Despertó.
            Se cortó con un cuchillo,
            Y sangró para mí.
45        Bebí del cuenco. Era dulce[xxiii].

            Entonces caí al Abismo[xxiv].
            Caí para siempre,
            Cayendo en la más profunda
            Oscuridad.

La tentación de Caín



Y desde la Oscuridad
            Vino una luz brillante –
            Fuego en medio la noche[xxv].
            Y el arcángel Miguel
5             Se reveló ante mí.
            Yo no tenía miedo.
            Pregunté qué deseaba.

            Miguel, General del Cielo,
            Custodio de la llama sagrada,
10        Me habló con estas palabras:
            “Hijo de Adán. Hijo de Eva,
            Tu crimen es grande,
            Pero también es grande
            La compasión de mi Padre.
15        ¿No te arrepentirás
            Del mal que has hecho,
            Y dejar que Su compasión
            Te limpie y purifique?”

            Y yo respondí a Miguel:
20        “No por la gracia de [Aquél en lo Alto],
            Sino por la mía propia
            Viviré, con mi soberbia[xxvi]”.

            Miguel así me maldijo:
            “Entonces, mientras camines
25        Por esta tierra,
            Tu y tus hijos temeréis
            Mi llama viviente,
            Que morderá profundo
            Y saborear vuestra carne[xxvii]”.

30        Y por la mañana,
            Vino Rafael[xxviii], con alas
            Cargadas de inocencia,
            Luz sobre el horizonte,
            El conductor del Sol,
35        El guarda del Este.

            Rafael habló, diciendo:
            “Caín, hijo de Adán,
            Hijo de Eva,
            Tu hermano Abel.
40        Te perdona tus pecados.
            ¿No te arrepentirás
            Y aceptarás la redención
            Del Todopoderoso?”

            Yo respondí a Rafael:
45        “No por el perdón de Abel,
            Sino por el mío propio
            Seré perdonado”.

            Rafael así me maldijo:
            “Entonces, mientras tus pasos
50        Pisen esta tierra,
            Tu y tus hijos
            Temeréis el amanecer,
            Y los rayos del sol
            Os buscarán
55        Para quemaros como el fuego
            Dondequiera que os escondáis.
            Escóndete ahora del Sol,
            Para ponerte su corona”.

60        Pero yo encontré
            Un lugar secreto,
            Profundo en la tierra,
            Y me escondí de la luz
            Del Sol.
65        Dentro de la tierra
            Dormí hasta que la Luz del Mundo
            Se escondió tras la montaña
            De la Noche[xxix].

            Cuando me alcé
70        De mi sueño diurno,
            Escuché el sonido
            De gentiles alas veloces[xxx].
            Vi las negras alas de Ariel
            Cubriéndome alrededor –
75        Ariel, segador,
            Angel de la Muerte,
            Oscuro Ariel,
            Quien mora en las tinieblas.

            Ariel rápidamente dijo:
80        “Hijo de Adán, Hijo de Eva,
            Dios Todopoderoso
            Perdona tus pecados.
            ¿Aceptarás la redención
            Y me dejarás llevarte
85        Hacia tu recompensa,
            Nunca más maldito[xxxi]?”

            Y dije yo entonces
            A Ariel, el de negras alas:
            “No por la redención
90        Del Todopoderoso,
            Sino por la mía propia,
            Viviré.
            Soy lo que soy,
            Hice lo que hice,
95        Y esto no cambiará[xxxii]”.

            Y entonces, mediante Ariel,
            Pavoroso Ariel,
            Dios Todopoderoso
            Me maldijo, diciéndome[xxxiii]:
100      “Entonces, mientras camines
            Por esta tierra,
            Tu y tus hijos
            Abrazaréis las Tinieblas,
            Beberéis sólo sangre,
105      Comeréis sólo cenizas[xxxiv],
            Seréis como fuisteis
            En el momento de morir,
            Nunca muriendo,
            Continuando viviendo.
110       Caminaréis para siempre
            En las Tinieblas,
            Todo cuanto toquéis
            Se desmoronará,
            Hasta el último día”.

115       Lancé un grito
            Cargado de angustia
            Por esta terrible maldición,
            Y lloré sobre mí.

120      Derramé sangre.
            Puse las lagrimas
            Dentro de un recipiente,
            Y las bebí[xxxv].

            Cuando alcé la vista
125      De mi cuenco de pesar
            El arcángel Gabriel,
            Gentil Gabriel,
            Señor de la Redención,
            Se apareció ante mí.

130      Díjome el arcángel Gabriel:
            “Hijo de Adán, Hijo de Eva,
            Observa:
            La redención del Padre
            Es mayor de lo que jamás
135      Podrías imaginar,
            Pues, incluso ahora,
            Hay una senda abierta,
            El camino de la Redención,
            Y llamarás a este camino [Golconda[xxxvi]].
140      Habla a tus hijos de él,
            Pues por él volverán
            A residir en la Luz”.

            Y después de esto,
            La oscuridad
145      Se alzó cual un velo,
            Y la única luz era
            Los ojos de Lilith.

            Mirando a mi alrededor
            Supe que había Despertado.

150      Cuando mis energías
            Por primera vez surgieron
            A través de mí,
            Descubrí cómo poder
            Como el rayo moverme [Celeridad],
155      Cómo coger prestada
            La fuerza de la tierra [Potencia],
            Cómo ser cual piedra [Fortaleza].
            Éstas fueron como respirar
            Fue una vez para mí.

160      Lilith entonces me mostró
            Cómo se ocultaba
            De los cazadores [Ofuscación],
            Cómo exigía obediencia [Dominación],
            Cómo pedía respeto [Presencia].

165      Entonces, Despertándome
            Aún más rápido, encontré
            Cómo alterar las formas [Protean],
            Cómo dominar animales [Animalismo],
            Cómo hacer que los ojos
170      Miren más allá de la vista [Auspex][xxxvii].

            Entonces Lilith me ordenó
            Que me detuviera,
            Pues había sobrepasado
            Todos mis límites,
175      Había ido demasiado lejos,
            Había amenazado
            Mi propia esencia.

            Utilizó sus poderes
            Y me ordenó parar.
180      Debido a su poder,
            Yo la obedecí,
            Pero profundo en mí,
            Dentro fue plantada
            Una semilla de rebelión.
185      Y cuando me dio la espalda,
            Abrí mi ser de nuevo,
            Lo abrí a la Noche,
            Y vi en las estrellas
            Infinitas posibilidades,
190      Y conocí un camino,
            Un camino de poder y Sangre
            Para que yo lo siguiera,
            Así pues abrí en mí
            Esta Senda Definitiva[xxxviii],
195      Desde donde otros caminos
            Procederían.

            Con este nuevo poder,
            Rompí las cadenas
            Que puso en mí
200      La Señora de Noche.
            Dejé la reina Condenada
            Ese mismo atardecer,
            Ocultándome en sombras,
            Huí a las tierras de Nod
205      Y llegué a un lugar
            Donde no pudieran encontrarme
            Ni siquiera sus demonios.


El cuento de Zillah



Dejadme contaros
            El cuento[xxxix] de Zillah[xl],
            Primera amante de Caín,
            Primera esposa de Caín,
5          La más dulce sangre,
            La más suave piel,
            Los más claros ojos.

            Sola entre sus nuevos hijos,
            A Ella[xli] amó Caín.
10        Y Ella desconocía su amor,
            Girándole la espalda.

            Ni regalos, ni sacrificios,
            Ni perfumes, ni plomas[xlii],
            Ni bellos bailarines,
15        Ni cantantes, ni bueyes,
            Ni esculturas, ni bellas ropas,
            Nada transformaría
            Su pétreo corazón
            En dulces frutos.

20        Y Caín tiró de su barba[xliii],
            Y lloró sobre su cabello,
            Y erró por la naturaleza,
            De noche, pensando en ella.
            Quemándose por ella.
25        Y una noche se encontró
            A la Bruja, cantándole
            A la luna.

            Caín dijo a la Bruja:
            “¿Por qué cantas así?”
30        Y la Bruja contestó:
            “Porque suspiro por aquello
            Que no puedo tener...”[xliv]

            Dijo Caín a la Bruja:
            “También yo suspiro.
35        ¿Qué puede uno hacer?”
            La Bruja sonrió y dijo:
            “Bebe mi sangre esta noche,
            Caín, padre de Vástagos,
            Y vuelve mañana,
40        De noche.
            Entonces, te mostraré
            El saber de la Luna”[xlv].
            Caín entonces bebió
            Del desnudo cuello,
45        Y se fue.

            Bajo la siguiente noche,
            Caín encontró a la Bruja
            Durmiendo sobre una roca.
            “Despiértate, Bruja”,
50        Díjole Caín, “He vuelto”.
            La Bruja abrió un ojo
            Y dijo: “Estoy soñando
            Con tu solución.
            Bebe de mi otra vez,
55        Y vuelve mañana, de noche.
            Trae un cuenco de cerámica.
            Trae un cuchillo afilado.
            Tendré entonces tu solución”.
            Otra vez más Caín bebió
60        La sangre de la Bruja,
            Quien, inmediatamente,
            Cayó en profundo sopor.

            Cuando Caín volvió,
            A la siguiente noche,
65        La Bruja lo miró,
            Y sonrió. “Felicidades,
            Señor de la Bestia[xlvi]”,
            Dijo entonces la Bruja,
            “Tengo el saber que buscas.
70        Toma algo de mi sangre,
            En el cuenco que traes,
            Mézclalo con estas bayas,
            Y con estas yerbas,
            Y bébete el elixir.

75        Serás irresistible.
            Serás potente[xlvii].
            Serás dominante[xlviii].
            Serás ardiente.
            Serás candente.
80        El corazón de Zillah
            Se fundirá,
            Como la nieve en primavera”.

            Y Caín bebió el elixir,
            Pues estaba enamorado,
85        De Zillah, la de claros ojos,
            Y tanto deseaba su amor.

            Y la Bruja se rió,
            Se rió alto y claro.
            ¡Ella lo había engañado!
90        ¡Ella lo había atrapado!
            Caín estaba furioso,
            Más allá de todo límite,
            Quería desgajar a la Bruja,
            Recurrió a sus poderes
95        Para obtener toda su fuerza.

            La Bruja se rió otra vez,
            Y dijo: “No lo hagas”.
            Y Caín no pudo hacer nada
            Que fuera en su contra.
100      La Bruja se rió otra vez,
            Y dijo: “Ámame”.
            Y Caín no pudo hacer nada
            Excepto contemplar
            Sus ancianos ojos
105      Y desear su curtida piel.
            La Bruja se rió y dijo:
            “Hazme inmortal”.

            Y Caín la Abrazó,
            Y ella rió de nuevo,
110       Rió con en puro éxtasis
            Del Abrazo,
            Pues no le dolió.

            “Te he hecho poderoso,
            Caín de Enoch, Caín de Nod,
115       Pero siempre estarás atado
            A mí.
            Te he hecho señor de todos,
            ¡Pero jamás me olvidarás!
            Tu sangre, potente como es,
120      Ahora atará a quien la beba,
            Al igual que tú hiciste,
            Una vez cada noche,
            Durante tres noches.
            Serás el señor,
125      Serán tus esclavos,
            Como tú eres el mío.
            Y aunque Zillah te amará,
            Como tú deseaste,
            Tu me amarás, para siempre.
130      Ve ahora, y reclama
            Tu amada concubina.
            Yo te esperaré
            En los lugares más oscuros,
            Mientras preparo más pócimas
135      Para tu salud”.

            Y así, muy deprimido,
            Caín volvió a Enoch,
            Y cada noche,
            Durante tres noches,
140      Zillah bebió de su Sire,
            Aunque no lo supo.
            Y, la tercera noche,
            Caín anunció
            Que se casaría[xlix] con Zillah,
145      Su mas dulce Chiquilla,
            Y ella aceptó.

El cuento de la bruja



Durante un año y un día[l]
            Caín trabajó al servicio
            De una Bruja,
            Quien con la sabiduría
5          De la sangre, lo ató
            Más fuerte que a un prisionero.

            Lo visitaría de noche,
            Forzaría a entregarle su sangre
            Para sus secretos elixires
10        Y potentes fórmulas.
            Tomaría a los hijos
            De sus hijos, y jamás
            Volverían a ser vistos.

            Pero Caín era sabio.
15        No volvió a beber su sangre.
            Y ella no se lo pidió,
            Creyendo que él sería
            Para siempre su Esclavo.

            Una noche, en el bosque,
20        Caín fue a ver a la Bruja,
            Le habló de terribles sueños
            Que tenía mientras dormía.

            “Temo por mi vida, Bruja,
            Temo la profecía de Ariel[li],
25        Y el ansia de mis hijos
            Por beber mi sangre.
            Enséñame oculto saber
            Que me haga poderoso
            Entre los míos”.

30        Y la Bruja fue a un ciprés[lii]
            Y arrancó una rama.
            Cogió un cuchillo
            Y le sacó punta.

            “Toma esta madera viviente,
35        Afilada, fuerte,
            Y atraviesa el corazón
            De tus hijos rebeldes.
            Lo dejará inmóvil,
            Y so tu voluntad.
40        En lugar de beber
            La sangre de tu corazón,
            Sentirá todo el peso
            De tu justicia”.

            Caín dijo: “Gracias, Madre”.
45        Y, moviéndose veloz,
            Tomó la estaca de ciprés,
            La alzó y profunda clavó
            En el corazón de la Bruja.

            Pues Caín, sabio Caín,
50        De ella no se alimentó
            Durante un año y un día;
            Y forzó su Voluntad
            Mediante sus manos,
            Rompió el Vínculo
55        Que ella puso en él,
            Y cambió su fortuna.

El cuento de la primera ciudad


En el inicio de todo
            Sólo existía Caín;
            Caín, quien [sacrificó] a su hermano
            Desbordado por el amor[liii].
5          Caín, quien fue exiliado;
            Caín, quien fue maldito
            Con la inmortalidad;
            Caín, quien fue maldito
            Con el ansia por la sangre.
10        Es de Caín de quien venimos,
            El Sire de nuestro Sire.

            Durante toda una era
            Vivió en [la tierra de Nod],
            En soledad y sufrimiento
15        Durante un eón estuvo solo,
            Pero la memoria cambiante
            Ahogó su tristeza.
            Y así regresó
            Al mundo de los mortales,
20        Al mundo que su hermano
            [Seth, trigénito de Eva,]
            Y [los hijos de Seth]
            Habían creado.

            Retornó y fue bienvenido,
25        [Pues nadie podía lastimarle
            Debido a la Marca
            Que le fue impuesta].
            La gente vio su poder,
            Y lo adoraron.
30        [Creció en poder,
            Y su poder era fuerte,
            Sus métodos para hacerse
            Respetar y obedecer
            Eran grandes].

35        [Y los Hijos de Seth
            Lo nombraron] Rey
            De su gran Ciudad,
            La Primera Ciudad.

            Pero Caín estaba solo
40        En su Poder.
            En su interior germinó
            La semilla de la soledad,
            Y creció una oscura flor.
            Vio dentro de su sangre
45        Potencia de fertilidad.
            Invocando demonios
            Y escuchando con atención
            La sabiduría susurrada,
            Aprendió a crear
50        A sus propios hijos.
            Llegó a conocer su poder,
            Y, al conocerlo,
            Decidió Abrazar
            Alguien próximo a él.

55        Y Ariel, temible Ariel,
            Se mostró a Caín
            Esa misma noche,
            Y le dijo:

            "Caín, aunque poderoso
60        Y marcado por Dios,
            Sabe esto:
            Que todo Chiquillo tuyo
            Portará tu maldición,
            Que cualquiera de tu Progenie
65        Caminará para siempre
            Por la Tierra de Nod,
            Temerá llama y sol,
            Beberá sólo sangre
            Comerá sólo cenizas[liv].
70        Y desde cuando lleven consigo
            La celosa semilla
            Que su padre puso en ellos,
            Conspirarán y lucharán
            Entre ellos unos con otros.
75        No condenes aquellos
            De entre los nietos de Adán
            Que anden en la rectitud.
            ¡Caín!
            ¡Contén tu terrible Abrazo!"

80        Sin embargo, Caín supo
            Qué debía hacer; y un joven,
            Llamado Enosh[lv], el más querido
            De la estirpe de Seth, pidió
            Ser Hijo del Padre oscuro.
85        Y aunque Caín era consciente
            De las palabras de Ariel,
            Tomó a Enosh; lo arropó
            En el oscuro Abrazo.

            Y así fue como sucedió
90        Que Caín engendró a Enoch,
            Y haciéndolo llamó Enoch
            A la Primera Ciudad.
            Y ocurrió que Enoch
            Pidió un hermano, una hermana,
95        Y Caín, Padre indulgente,
            Se los dio a Enoch, y sus nombres
            Fueron Zillah, cuya sangre
            Era la escogida de Caín,
            E Irad, cuya fuerza
100      Sirvió el brazo de Caín.

            Y estos Vástagos de Caín
            Aprendieron cómo crear
            Su propia Progenie,
            Y Abrazaron, sin pensarlo,
105      A más de la gente de Seth.

            Y entonces el sabio Caín
            Dijo a sus descendientes:
            "Un final para este crimen.
            No deberá haber más".
110       Y, como su palabra
            Era la ley,
            Su Progenie obedeció.

            La ciudad perduró eras,
            Y se convirtió en el centro
115       De un poderoso Imperio.
            Caín se relacionó
            Con aquellos distintos a él.
            Los [hijos de Seth]
            Lo conocían,
120      Y él, a su vez,
            Conocíalos a ellos.

            Pero el mundo se oscureció.
            Los hijos de Caín
            Vagaban acá y acullá,
125      Saciando su perversidad.

            Y Caín ardió de cólera
            Cuando sus hijos lucharon.
            Descubrió mentiras
            Cada vez que se insultaban.
130      Conoció la tristeza
            Cuando los vio abusar
            [De los hijos de Seth].

            Caín leyó las señales
            En el cielo crepuscular,
135      Pero a nadie dijo nada.

            Entonces llegó el Diluvio,
            Una gran inundación
            Que purificó el mundo.
            La Ciudad pereció,
140      Con ella los hijos de Seth.

            Otra vez, Caín cayó
            En gran melancolía,
            Y huyó a la soledad.
            Nos abandonó, a nosotros,
145      A su progenie,
            A nuestro propio destino.

            Pudimos encontrarlo,
            Después de mucho buscar,
            Enterrado en la tierra,
150      Pero nos ordenó
            Que nos fuéramos, diciendo
            Que el Diluvio fue un castigo,
            Por haber regresado
            Al mundo de los vivos
155      Y por haber quebrantado
            La verdadera ley.
            Nos pidió que nos fuéramos
            Para así poder dormir.

            Y así volvimos solos
160      Para emprender la búsqueda
            De los hijos de Noé.
            Y a ellos anunciamos
            Que éramos los nuevos señores.
            Cada uno creó Progenie
165      Para poder ensalzar
            La gloria de Caín,
            Per no poseíamos
            Ni su sabiduría
            Ni su autocontrol.
170      Se alzó una gran guerra,
            Los Antiguos enfrentados
            Contra su Progenie,
            Tal como dijo Ariel,
            Y la Progenie asesinó
175      A sus padres.

            Se alzaron empuñando
            Fuego y madera,
            Espadas y garras
            Para destruir aquellos
180      Que los habían creado.

            Los rebeldes edificaron
            Una ciudad nueva.
            Lejos del caído Imperio,
            Reunieron los Trece clanes,
185      Dispersados por la Gran Guerra,
            Y los llevaron todos juntos.

            Llevaron al Clan Monárquico [Ventrue],
            Al Clan de la Bestia [Gangrel],
            Al Clan de la Luna [Malkavian],
190      Al Clan de los Ocultos [Nosferatu],
            Al Clan Vagabundo [Ravnos],
            Al Clan de la Rosa [Toreador],
            Al Clan de la Noche [Lasombra].
            Al Clan de los Escultores[lvi] [Tzimisce],
195      Al Clan de la Serpiente [Setitas],
            Al Clan de la Muerte [Giovanni[lvii]],
            Al Clan de los Sanadores [Salubri],
            Al Clan de los Cazadores [Assamitas],
            Y al Clan Erudito [Brujah].

200      Construyeron una ciudad
            De renombrada belleza,
            Y la gente los adoraba,
            Como si fueran dioses.
            Crearon su propia Progenie,
205      La Cuarta Generación.

            Pero temían la Jyhad,
            La Profecía de Ariel,
            Y a estos nuevos Chiquillos
            Les era prohibido engendrar
210      A otros de su raza.
            Este poder se guardaron
            Los Antiguos para sí.
            Cuando un Chiquillo era creado,
            Se lo cazaba hasta matarlo,
215      Y a su sire con él.

            Aunque Caín estaba lejos,
            Podíamos percibir
            Cómo nos vigilaba,
            Y sabíamos que era él
220      Quien marcó las pautas
            De nuestros movimientos
            Y de nuestros destinos.

            Él maldijo a [Malkav]
            Cuando difamó su imagen,
225      Y lo condenó a la locura,
            Para siempre jamás.
            Cuando [Nosferatu] dio
            Rienda suelta a sus placeres
            Con sus propios Chiquillos,
230      Caín posó su mano
            Sobre [Nosferatu],
            Y le dijo que siempre
            Vestiría su maldad,
            Y quebró su imagen.
235      Nos maldijo a todos,
            Por haber matado
            La prima parte de sus Hijos,
            La Segunda Generación,
            Pues los habíamos cazado,
240      Uno a uno, Zillah la Bella,
            Irad el Fuerte y Enoch
            El Primer Señor.
            Los lloramos a todos,
            Pues éramos todos iguales,
245      Todos descendientes
            De los hijos de Caín.

            Aunque esta ciudad
            Era tan grandiosa
            Como aquella de Caín,
250      Esta también envejeció.
            Como hace todo ser vivo,
            Lentamente empezó a morir.
            Los dioses, al principio,
            No vieron la verdad,
255      Y cuando se dieron cuenta
            Ya era muy tarde.

            Pues, como dijo Ariel,
            De la semilla del Mal
            Floreció una rosa
260      De color rojo sangre,
            Y [Troile], El Chiquillo
            Del Chiquillo de su Chiquillo
            Se alzó, y asesinó
            A su Padre, Brujah.
265      Y comió de su carne.
            La guerra sacudió
            Los cimientos de la ciudad,
            Y nada volvería a ser
            Lo que había sido.

270      Los Trece vieron su ciudad
            Destruida; y, su poder,
            Extinto.
            Tuvieron que huir,
            Su Progenie junto a ellos.
275      Pero muchos murieron,
            Pues habían crecido débiles.
            Sin su autoridad,
            Todos pudieron crear
            Su propia Progenie,
280      Y, muy pronto,
            Hubo muchos Vástagos
            Que regían la Tierra.
            Pero no podía durar.

            Pasó el tiempo,
285      Y hubo demasiados Vástagos,
            Y la guerra estalló
            Como antes estallara,
            Los Antiguos, ocultos,
            Habían aprendido
290      Lo que era la cautela,
            Pero sus Chiquillos
            Habían fundado
            Ciudades y Progenies,
            Y fueron ahora ellos
295      Los que murieron en batalla.
            Fue tan grande la guerra
            Que no sobrevivió
            Ninguno de esa Generación.
            Olas de carne mortal
300      Cruzaron continentes
            Para aplastar y quemar
            Ciudades de Vástagos.
            Los mortales creyeron
            Que luchaban sus guerras.
305      Pero fue por nosotros
            Que derramaron su sangre.

            Cuando acabo la guerra,
            Todos los Vástagos
            Se escondieron de los otros,
310      Y de los humanos
            Que vivían alrededor.
            Escondidos permanecemos hoy,
            Pues la Jyhad aún continúa.

            Y nadie predecirá
315      Cuándo se alzará Caín
            De su sueño en la tierra,
            Y reclamará
            La ciudad de Gehenna,
            La Última Ciudad,
320      La Ciudad del Juicio.
            La Jyhad aún continúa.


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