CIVILIZACION MAYA:
INDICE
1- INTRODUCCIÓN
2- BUSCANDO UNA CIVILIZACIÓN PERDIDA
3- RASGOS QUE DEFINIERON LA CIVILIZACIÓN MAYA
4- ACERCAMIENTO A LA HISTORIA DEL PUEBLO MAYA
5- MITOS, LITERATURA, CÓDICES, POESÍA Y TEATRO
6- ARTE MAYA
7- BIBLIOGRAFÍA
1- INTRODUCCIÓN
2- BUSCANDO UNA CIVILIZACIÓN PERDIDA
3- RASGOS QUE DEFINIERON LA CIVILIZACIÓN MAYA
4- ACERCAMIENTO A LA HISTORIA DEL PUEBLO MAYA
5- MITOS, LITERATURA, CÓDICES, POESÍA Y TEATRO
6- ARTE MAYA
7- BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
Estamos poco acostumbrados a mostrar interés por las culturas y realizaciones artísticas que no tengan fundamento en nuestra civilización occidental. Separados del pueblo maya por milenios de incomunicación y por una percepción del universo y de la vida absolutamente distinta, que se traduce en un sistema simbólico en buena parte desconocido, incomprendido y despreciado. Este mundo no suele incluirse en los tratados de arte universal. Pero hoy en día se comprende que son sociedades tan complejas como las afincadas en el Mediterráneo o en Oriente. Así pues podemos decir que esta civilización presenta una trayectoria y caracteres como cualquier otro lugar.
La evolución cultural de los pueblos americanos de la etapa prehispánica no es homogénea, sino que es rica y múltiple que culmina con el desarrollo de sociedades estatales. Sin embargo, la evolución del pueblo maya excede los planteamientos y modelos aplicados de manera tradicional a Egipto, Mesopotamia, China o Europa. También como civilización comparte una enorme cantidad de rasgos y elementos culturales con el resto de las culturas mesoamericánas pero también tendremos en cuenta que desarrolla sus propios mecanismos culturales.
Para empezar hablando del pueblo en si, diremos que formaban un grupo de tribus indias. Los mayas se caracterizan entre ellas porque son los más branquicéfalos de todos los indios americanos y se distinguen también por tener la presión sanguínea baja, como grupo sanguíneo mas común el 0 y el pulso lento. La cara es más ancha con la nariz aguileña en Yucatán y más angosta con la nariz chata en los altos.
Hay que tener en cuenta que la delimitación del área maya es un tema sometida a cuestión continuamente. La realidad es que estas visiones diferentes obedecen a tres criterios distintos en la definición del maya: La distribución de los antiguos edificios abovedados , monumentos con inscripciones jeroglíficas y las expansión de algunas lenguas mayances en el territorio mesoamericano. La combinación de estos criterios permite establecer un área aproximada de unos 324.000 kilómetros cuadrados: incluye los estados mexicanos de Yucatan, Quintana koo y Campeche regiones de Tabasco y Chiapas; repúblicas de Gyatemala y Belice, y diferentes zonas de Honduras y El salvador. Sin embargo ha sido necesario subdividir el área en regiones. Así pues para, Gordon Willer , se puede establecer tres regiones:
a) Región norte, que incluye los estados de Yucatan, Campeche y Quintana Roo.
b) Región central, que comprende Honduras británicas, oeste de Honduras, El Petén, la zona norte de Chiapas y el este de Tabasco.
c) Región sur, que incluye el oeste de El Salvador, el altiplano guatemalteco, la costa del Pacífico y la zona sur de Chiapas.
Otros autores la dividen, sin embargo, en tierras bajas y tierras altas. Para este trabajo tomaremos indistintamente unas y otras.
La posibilidad del suelo y los escasos regímenes de lluvias condicionan los asentamientos humanos, los cuales se restringen a zonas cercanas a cavernas o donde existen cenotes o hundimientos naturales de la superficie. En este aspecto, sobre el patrón de asentamiento hablaremos más adelante.
Sobre todos los aspectos de la civilización maya encontramos casi tantas teorías como autores. Además de muy diversos campos de investigación, así pues, podemos nombrar a distintos autores como:
J.Eric.S.Thompson considera que la cultura maya era una sola, pero que se hallaba en diferentes grados de desarrollo, según las regiones, de tal manera que el área central se hallaba en el más alto nivel; en el área septentrional la cultura maya no había alcanzado el nivel de la región central, y , finalmente, en la región meridional no había pasado de un nivel muy elemental. Uno de los planteamientos más fecundos en orden a la estrategia a seguir ha sido la de Evon.Z.Vogt y Alberto Ruz Lhuillier hacen un simposium sobre desarrollo cultural de los mayas. Se basan en el método de comparación controlada, en el método genético de Romney ,con la comparación de grupos que un mismo tipo físico. Y de estos planteamientos se desprenderían muchos mas.
Como quiera que sea, de todo lo anterior se desprende que cualquier estrategia debe ser interdisciplinaria, incluyendo los siguientes campos:
a) Análisis ecológico- geográfico.
b) Estudio antropológico físico.
c) Estudio lingüístico.
d) Análisis cultural mediante la aplicación de la arqueología, etnohistoria y etnología de manera combinada.
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BUSCANDO UNA CIVILIZACIÓN PERDIDA
“La ciudad en ruinas yacía ante nosotros como un barco naufragado
en alta mar que hubiera perdido sus mástiles, cuyo nombre
hubiera desaparecido, cuya tripulación hubiera muerto, y nadie
supiera decirnos de dónde procedía, ni a quién perteneció, ni
cuánto tiempo había navegado, ni cuál había sido la causa del naufragio, y lo
poco que de sus desaparecidos tripulantes pudiéramos averiguar
estuviera basado en deducciones por ciertas analogías en la forma
de construcción del barco, aunque acaso nunca
pudiéramos saber nada con certeza.”.
PALABRAS DE JOHN L. STEPHENS A LA VISTA DE SU PRIMER DESCUBRIMIENTO.
En este apartado nos centraremos en el descubrimiento y modo de dar a conocer al mundo esta civilización que se encontró perdida y olvidada. La ciudad se encontraba envuelta por el bosque que en tiempos había dominado. Sobre sus palacios y templos se alzaba el ramaje, rodeados de helechos y arbustos. Las lluvias tropicales golpeaban las superficies de piedra y estuco; las raíces desgajaban grandes construcciones que habían sido levantadas por ejércitos de trabajadores. Las efigies talladas de los dioses contemplaban inmóviles la húmeda selva donde no quedaba ser humano alguno para adorarlos. Esto era el lugar conocido como Copán, al occidente de Honduras, desconocido durante milenios. Los españoles lo habían encontrado poco después de la llegada al nuevo mundo, pero habían mostrado poco interés.
Luego en 1839, un abogado y diplomático norteamericano John Lloyd Stephens y un artista británico, Frederick Catherwood, descubrieron la civilización maya. Eran viajeros avezados, avanzaron a lomos de mulas por los márgenes de los ríos infestados de caimanes, adentrándose en los paisajes de libros bastante equívocos que habían leído como es el caso de Stephens. Su primera vista a Copan fue poco impresionante en comparación con lo visto en el Viejo Mundo. Pero si encontraron construcciones piramidales y escrituras jeroglíficas, y todo un mundo cargado de misterio. Los indios de la zona no pudieron sacar de sus dudas a los viajeros. Cuando les preguntaron quienes habían construido aquella ciudad, todos replicaron “ ¿ quién lo sabe? “ Cuando volvieron a sus países de origen y publicaron sus hallazgos, sus palabras y sus imágenes despertaron un interés inusitado por los secretos de los trópicos de Mesoamérica y motivaron gran número de investigaciones. Pronto se aclararon la identidad de los constructores de Copán, fueron los antepasados de los indios mayas que todavía poblaban aquellas tierras.
Aparecen 200 poblaciones de tamaño considerable, construidas en la época de mayor prosperidad de los mayas. Una veintena de ellos bien pudo haber tenido poblaciones superiores a las 50.000 personas, su dominio abarcan una superficie de unos 320.000 kilómetros cuadrados, con una geografía muy variada, la zona era uno de los lugares menos hospitalarios de todo el hemisferio, en donde las dificultades físicas se ven acompañada de insectos, serpientes venenosas, arañas y escorpiones. Y, a pesar de todo los mayas prosperaron, hasta crecer a diez o veinte millones en su mejor momento.
La civilización maya surge como sociedad en torno al año mil ante de Cristo y alcanzaron una especie de edad de oro en torno al año doscientos cincuenta de nuestra era. Destaca en ellos por ejemplo el dominio de técnicas agrícolas intensivas; extendieron por doquier el entramado de sus redes comerciales; perfeccionando su característica arquitectura de pirámides de empinadas caras, conchas construidas en piedra para el juego de pelota, y palacios con arcos en ménsula; y el establecimiento de jerarquías políticas y sociales. Así mismo destacar que de todas las antiguas culturas que florecieron en las Américas, los mallas fueron los únicos que ideado un sistema de escritura plenamente desarrollado, también un conjunto de calendarios y otros ciclos cronológico. Sus cálculos y registro de datos se basaban en un sutil sistema automático que incluía un símbolo para el cero, desconocido para los griegos y romanos. Por último destacar sus observaciones astronómicas que excedían a cualquier civilización contemporánea.
Sin embargo, hacia el año 907 inicia su decadencia, con toda probabilidad causada con una combinación de factores: exceso de población, inversión de vecinos... Las ciudades de las llanuras meridionales y centrales quedaron desiertas y el centro de la civilización maya se desplazó al norte, a Yucatán. En torno al año mil cuatrocientos cincuenta, el antiguo orden se desplomó también. Recientes descubrimientos tiende a ratificar la noción de que la sociedad maya alcanzó un refinado nivel mucho antes de lo que se había supuesto.
El alfabeto jeroglífico, hasta mediados del siglo XX, se resistió a casi todos los esfuerzos hechos para descifrarlos. Se especuló mucho sobre los significados de estos signos se difundió una visión de los mayas como adoradores del tiempo se basaba en la suposición que se mantiene durante décadas, sobre los únicos símbolos que se pudieron descifrar que trataban de números, tiempo y ciclos astrológicos. Pero cuando el misterio de la escritura empezó a desvelarse, los signos revelaron una imagen mucho más complicada. Los mayas habían optado por conmemora no sólo su mitología y su conocimiento de las cosas célebres, sino también los detalles en lo tocante a política, guerra, sociedad... De todo esto lo más importante fue la imagen de sacrificios humanos. Pero por encima de todo, era un pueblo con una gran estima por su propia historia y patrimonio cultural.
Los mayas por ejemplo destacan en el método de calculo y en el de las ciencias en general destacando ideas como que el presente universo se formó en una fecha que en calendario juliano corresponde al once de agosto del 3.114 antes Cristo y su sistema de ciclos cósmicos establecida su fin para el 21 de diciembre del 2012 de nuestra era, tal vez nos parezca poco científico pero se parece bastante a las concepciones europeas del momento. Pero en realidad la muerte del mundo que ellos conocían se produjo en el siglo XVI a la llegada de los españoles, decididos a rehacer el Nuevo Mundo deacuerdo con sus creencias.
El primer contactó entre las dos culturas fue breve e intervino el propio Colón en su cuarto viaje (1502). Un encuentro posterior con mayas se produjo en 1517 cuando tres buques españoles en una expedición en busca de esclavos recorrieron la costa septentrional de Yucatán, atracaron en una isla donde sus tripulantes saquearon los templos y finalmente desembarcaron en el continente, fueron atacados por guerreros pero los españoles consiguieron contener a los atacantes mayas. Cuando los españoles regresaron a Cuba y mostraron un botín vieron que había riquezas que tomar del continente. En el plazo de cuatro años en gran imperio azteca había sucumbido ante Hernán Cortés, quien entonces envío al sur a uno de sus capitanes. En el 1524, el propio Cortés avanzó más hacia el este produciendo la huida en masa de mayas de Honduras... Un cronista Castellano descubrió un ataque de los mayas en el que aparecieron con “ aljabas repletas de flechas, picas con la punta endurecida al fuego, lanzas con la hoja de pedernal afilado, mandobles de maderas muy duras con filos de obsidiana y organizando un gran estrépito con silbos y astas de ciervo que batían sobre sus escudos de concha de tortuga “. Sin embargo, prevalecido el hombre blanco. La conquista concluyó en 1547, aunque algunos mayas huyeron a los bosques del interior, se mantuvieron durante 150 años.
La Guerra y las epidemias de enfermedades europeas (sarampión, viruela, gripe... Se cobraron la vida de muchos mallas. Los supervivientes fueron privados de sus tierras y confinados en haciendas españolas en condiciones muy cercanas a la esclavitud.
Los dominadores también estaban decididos a erradicar la religión de los indios pues incluían rituales de seres humanos. Los frailes castigan a los presuntos idólatras. Destacaremos en esta tarea a Diego de la Landa. Este en los años inmediatamente siguientes al de su llegada de 1549 aprendió el idioma de los aborígenes, también rituales, costumbres, calendario, métodos de cultivo, comidas, bebidas... también visitó las ciudades en ruinas. Los abundantes jeroglíficos le intrigaron y descubrió que algunos indios aun podrían leer la antigua escritura. Suponía que la escritura maya era alfabética pero no era así. Sin embargo, Landa había dado inadvertidamente a la posteridad una información valiosa que ayudaría a descifrar el código. Landa descubrió también que los mayas tenían una abundante literatura, una parte de la cual alcanzarían tiempos remotos. En una población 65 Km al s-e de la ciudad de Mérida, fundada por los españoles en la costa de Yucatán, encontró un lote de casi 30 libros can jeroglíficos trazados con tinta roja y negra sobre papel hecho de la corteza interior de la higuera o la morera y cubierto con una masa similar al yeso fino; las hojas estaban plegadas como un acordeón y tenían cubiertas de piel de jaguar. Landa vio en estos libros testimonios esotéricos y fueron quemados todos, sin embargo, esto no fue todo.
Durante un proceso inquisitorial llevado a cabo a lo largo de tres meses y bajo su dirección en 1562, casi 5000 indios fueron torturados y 158 murieron. Se reclamó el regreso a España de Landa, con acusación de abuso de autoridad. Mientras esperaba el desenlace de su caso, compuso un extenso tratado sobre los mayas. Tal vez pretendía que el tratado sirviera de guía a otros misioneros. Sin embargo, el tratado desapareció.
En cuanto a él fue enviado de vuelta a Yucatán como obispo. De todas las formas posibles se sustituyó la cultura india, se terminó con el conocimiento de matemáticas, astronomía... se impuso en todo el estilo europeo. Algunas de las ciudades quedaron abandonadas hasta la década de1980. Habían desaparecido incluso en el recuerdo en cuestión de un siglo.
A partir de principios del siglo XVIII y hasta hoy, los mayas han salido de nuevo a la luz gracias a los esfuerzos de aventureros, estudiosos y arqueólogos profesionales, sin embargo la fantasía en muchos casos se antepuso a los hechos tangibles. Entre ellos podemos destacar a Antonio del Río capitán del ejercito español destacado en Guatemala. En 1786 un funcionario del gobierno le encargó que examinara algunas ruinas cerca de la ciudad de Santo Domingo de Palenque. Tenía orden de medir y descubrir los edificios, estimara la edad del complejo, información sobre sus fundadores y razones de decadencia. Cuando llegó no podía ver nada con los árboles y arbustos. Se puso al frente de ochenta indios que tardaron 16 días en limpiar y quemar la vegetación. Después de pocas semanas de trabajo se recopilo un informe que fue presentado al gobierno donde aparecía información de los muchos edificios, pirámides, templos y toda su decoración... sin embargo, el relato de Antonio del Río se envió a España donde se hundió en el marasmo de los archivos oficiales. No obstante, se había hecho una copia que por misteriosos medios, llegó a las manos de un librero londinense, que se publicó en 1822 (pocas personas lo leyeron).
Unos 20 años después el holandés Guillermo Dupaix había pasado varias décadas en Méjico sirviendo al ejercito español, se sentía fascinado por las antigüedades y en 1804 consiguió una encomienda real de Carlos IV para investigar yacimientos prehispánicos en Méjico. La única ciudad maya que destaca es Palenque. Llegar allí fue una experiencia penosa, pues el mismo escribiría: “El terreno que tuvimos que atravesar era difícilmente transitable para cualquier ser vivo que no fuera un pájaro” pero cuando llegó alcanzó el éxtasis, le admiraba todo y llamó la atención sobre todo las figuras humanas allí representadas, de estas figuras observó que tenían las cabezas aplanadas, lo que le convenció de que los indios que actualmente vivían en las zonas no podían ser sus dependientes, su conclusión es que la ciudad debía haber sido creación de una raza extinta. El informe de Dupaix jamás llegó a las manos del rey español. Finalmente se publico en Méjico y Europa pero de manera muy descuidada.
John Galindo era un aventurero irlandés de nacimiento que fue a parar a Guatemala en 1827. Fue nombrado gobernador de la zona septentrional de Guatemala. En 1831 hizo un viaje exploratorio a Palenque, después Copán. Galindo, creía después de todo esto que el poder político y el progreso cultural siempre se mueven hacia occidente. En su opinión el lugar de nacimiento de la civilización mundial había sido Centroamérica. Pensaba que en tiempos muy antiguos, una raza prodigiosa bien dotada vivió allí pero sucedió un gran desastre. los supervivientes viajaron hacia el oeste, hacia Asia, estableciendo una serie de civilizaciones sucesivas: China, Hindú, Egipcia...Un proceso que Galindo asemejó al envejecimiento había debilitado a las gentes lo que fue motivo de su incapacidad para repeler a los invasores españoles.
El siguiente a destacar es John Lloyd Stephens, por sus manos habían pasado los informes de Río, Dupaix y unos mas, todos despertaron su interés, el escenario estuvo finalmente montado para el descubrimiento del mundo maya. Stephens era abogado y destacaba en política. Luego se tomó un par de años para viajar por Grecia, Rusia, Palestina, Egipto y otros países. Cuando regresó a su país reinició su empleo pero decidió probar fortuna como escritos y sacó de la pluma cuatro volúmenes de su viaje. Encontró en Londres a Catherwood que compartía con él el mismo afán aventurero, ambos entraron en el proyecto de escribir un libro de viajes sobre las ruinas centroamericanas. Stephens recurrió a sus contactos políticos para obtener un nombramiento como agente diplomático del gobierno de EE.UU.
Salieron de Nueva York en octubre de 1839, un mes después llegaron a Copán después de maravillarse del lugar se desplazaron temporalmente a Guatemala él y su compañero organizaron un viaje a Palenque y Stephen indagó si se podía encontrar otras ruinas a lo largo del camino y los hombres iniciaron un duro viaje de desvelamiento. En Palenque llegaron a la conclusión de que al ser los jeroglíficos idénticos a los de Copán, estaban dispuestos a afirmar: “la totalidad de este país estuvo en tiempos ocupados por lo misma raza, que hablaba un mismo idioma o, cuanto menos, usaban los mismos caracteres de escritura” y llegó a la conclusión de que eran únicas y no herederas de ninguna otra civilización. Finalmente el número de yacimientos visitados fue de mas de cuarenta. Sus experiencias se publicaron en dos volúmenes ilustrados, titulados: “Incidents of travel in central america, Chiapas y Yucatán e incidents of travel in Yucatan”, apareció en los años 1841 y 1843.Los libros fueron irresistibles y fueron traducidos a muchos idiomas, de pronto los antiguos mayas saltaron del anonimato a la celebridad. Pero aún se desconocía mucho sobre ellos y las mentes imaginativas todavía podían dispararse. Por ejemplo, y hasta la década de 1880, muchas gentes escuchaban las teorías de Augustus Le Plongeon que afirmaba que los jeroglíficos narraban el hundimiento del continente perdido de la Atlántida, también que en los bajorrelieves de los hombres barbudos de Chichen demostraban que los fenicios habían ido por allí y que el telégrafo eléctrico había estado en uso entre los mayas... Pero todo esto fue rebatido.
En 1885 la Américan Antiquarian Society y el museo Peabody, de Harvard, enviaron a Yucatán a un joven investigados llamado Edward H.Thompson para hacer una amplia investigación arqueológica. Pasó allí 40 años y aprendió el idioma. Excavó en sitios que anteriormente habían sido despreciados por anteriores visitantes, descubrió pruebas de cómo habían vivido las clases inferiores, determinó que el sistema de alimentación había cambiado muy paco en aquella región durante muchos siglos.
Se descubrieron plazas y edificios importantes, así como hizo un inventario de todo, marcando así el principio de estudios verdaderamente científico. Sin embargo, muchas de sus respuestas podían encontrarse en los jeroglíficos. Para poder descifrarlos había que ir al siglo XVI, cuando los frailes españoles enseñaron a los indios la forma de escribir su propio idioma utilizando el alfabeto romano. En aquella época un joven noble de los mayas de Guatemala, que todavía conocía y usaba la forma antigua de escritura, transcribió una obra maestra Popol Vuh (libro de la comunidad), que era una recopilación de mitos y leyendas sagrados del pueblo, esto dio amplio conocimiento de las mentes de los antiguos Mayas. Los investigadores encontraron también un conjunto de manuscritos procedentes de Yucatán que también se habían vuelto a escribir con caracteres romanos Libro de Chilan Balán, hablaba de costumbres populares, el calendario y medicina. Sin embargo de todo esto sé estrae también la gran cantidad de literatura desaparecida, como las condenadas a las llamas por Landa. En el siglo XIX solo se conocían tres: Códice de Dresde, Códice de París y el Códice de Madrid. El primero nos anticipa los medios para la comprensión de los antiguos Mayas, el bibliotecario jefe de la biblioteca real de Dresde, Ernst Forstemann, pudo después de catorce años desentrañar los mecanismos del calendario maya. Forstemann utilizó un texto de Landa. Una copia del informe repleto de hechos había permanecido enterrado en la academia de la historia de Madrid durante siglos. Su descubridor fue un clérigo Francés, el abad Charles Etienne Brasseur de Bourboung, se dedicó a estudio de textos antiguos, coleccionó docenas de textos, entre 1846 y 1869, entre ellos destaca la copia de Landa sobre Yucatán. Su contribución mas importante fue su redescubrimiento de Landa, este había recopilado un conjunto de veintisiete glifos que tomó por equivalentes fonéticos del alfabeto Español pero resultó inservible, sin embargo, los signos representan conceptos en vez de sonidos.
Hasta 1950 se mantiene la creencia de que la escritura maya se limitaba a temas de fechas, astros... J.Eric y S.thompson, un arqueólogo británico pintó la imagen de los mayas como pueblo pacifico y contemplativo obsesionado con el paso del tiempo.
Pero en 1952 un lingüista soviético llamado Yusi Knorosov este era experto en jeroglíficos egipcios y al examinar los Códices del Landa encontró que había trescientos glifos o signos distintos... Si la totalidad de los signos eran ideogramas, este número sería extrañamente pequeño. Por otra parte el sistema fonético (alfabético o silábico) debería tener menos signos. El Knorosov defendía unsistema híbrido (fonético y semántico). Sin embargo, apareció complejidad y fallos en los artículos de Konorosov también destacaremos a Heinrich Berlín que había pasado años examinando paneles en Palenque, advirtió similitud en determinados bloques de signos en yacimientos separados: estos bloques tenían unos rasgos principales característicos pero un solo tipo de prefijo. Berlín conjeturó que el signo principal característico era o bien un topónimo o una familia; los denominó: “glifos emblemáticos”. Era el primer inicio de que la escritura maya no se ocupaba solamente de la sabiduría sacerdotal (tiempo y cielo).
Tatiana Proskouriakova, rusa de nacimiento y colega de Thompson ratificó en 1960 la hipótesis de contenido no religioso en los jeroglíficos, comprobó que había representaciones de fechas asociadas con signos que representaban a sucesos importantes. Las fechas parecían delimitar el espacio de una vida humana de 56 y 64 años. Llegó a la conclusión de que los monumentos registraban sucesos de las vidas de los gobernantes dinásticos (nacimiento, ascenso, muertes...). Los mayas habían registrado su historia en piedra.
Desde este momento hasta los años 80 se ha descifrado sus significados, con el actual científico arqueológico, podemos ver una imagen más nítida de la plena dimensión histórica de esta civilización.
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RASGOS QUE DEFINIERON LA CIVILIZACIÓN MAYA
Los españoles marcharon bajo la señal de la Cruz y al grito de “Espíritu Santo” invocación que les había guiado en su conquista más importante. Cruces y más tarde iglesias iban jalonando sus caminos la vez que se olvidaban los últimos vestigios de toda una civilización, sin embargo gracias a las distintas disciplinas de investigación, para la reconstrucción del pasado, como hemos visto, podemos trazar las líneas generales de esta civilización. Aunque sólo los trataremos de modo muy escueto.
Como rasgo más característico para diferenciar una cultura de otra tendríamos en primer lugar la Lengua, en este punto tendríamos que señalar las diferentes opiniones al respecto del tema pero aun así, diversos autores coinciden en afirmar la existencia de 24 lenguas mayas, estas divisiones o grupos parecen derivar de un tronco común conocido con el nombre de Proto-maya, del cual debió de ramificarse en varias lenguas a partir de 2500 a.C. Para la época prehispánica se puede establecer varios bloques: el mas numeroso; el Yucateco y otro que incluye parlantes de Chol y Chortí establencidos en la cuenca del Usamacinta, sur de Petén y sur de Bélice. Las inscripciones registradas en estelas y monumentos del clásico pueden estar expresadas en Chol, aunque otras denotan origen mam y Quiché, al menos las mas tempranas de la llanura costera de pacifico.
En cuanto al sistema económico, en este aspecto destacar; el patrón de asentamiento que los caracteriza, así pues, la unidad básica de asentamiento era la casa, colocada en una baja plataforma para aislamiento, sobre ella se construyó un edificio rectangular de extremos rectos u oblicuos, levantando a base de elementos perecederos o parcialmente de piedra. La techidumbre siempre fue de palma u otros materiales perecederos. El promedio es de 20 m2 y debajo del pavimento de tierra endurecida o estucada encontramos los enterramientos simples. En ella habitaba una familia nuclear. Pueden aparecer aisladas o asociado a otras estructuras similares en torno a un patio. El edificio principal suele ser entonces un pequeño santuario que cohesiona a la familia extendida. A veces en el centro de patio hay un pequeño altar donde esté el enterramiento del ancestro fundador del grupo. En el caso de Linajes de prestigio, las estructuras mas elaboradas y el patio está el santuario del grupo. Por lo tanto la relación que los une es el parentesco o la especialización artesanal. Pueden llegar a constituir pequeños centros cívicos, estos incluyen como mínimo una pirámide de regular tamaño.
El sistema de asentamiento más complejo que podemos encontrar en las tierras bajas mayas es el denominado centro cívico-ceremonial o ciudad, aquí aparecen templos, palacios, juegos de pelota, estelas, altares, depósitos de agua (chultunes: cisternas en forma de botellas)... todo se edifica en torna a una o varias plazas de funciones residenciales.
Las diferencias existentes en el tamaño, calidad y cantidad de textos escritos, monumentos y otros rasgos, sugieren que algunos centros ejercieron un dominio político sobre ellos.
Pero cuáles eran sus actividades de subsistencia, de qué vivían, pues bien, el pueblo maya desarrolló a lo largo de su historia diferentes sistemas y técnicas agrícolas que posibilitaron su adaptación a un medio ambiente poco generoso. Básicamente se utilizó el método de la tala y quema o roza, con este sistema el agricultor de tierras bajas necesitó una enorme cantidad de tierra, al mismo tiempo que la producción de los campos era escasa. Esto se completó con el cuidado de jardines caseros que se habrían ante la vivienda, estos tenían una gran variedad de plantas: maíz , frijol, calabaza, tubérculos y especias.
La arboricultura del cacao, aguacate, sapodilla y ramón constituyó una base importante en las actividades de subsistencia del pueblo maya. Pero el campesino maya también se vio obligado a introducir técnicas hidráulicas abriendo enormes canales que conectaban grandes depósitos de agua de cultivos y constituyendo cientos de terrazas con vallas de piedra en los terrenos montañosos. Mayor relevancia obtuvo el uso de campos levantados y bajos en los que se desarrolló una agricultura de tipo Chinampe: el suelo, mezclado con hojas y musgo, se apila sobre enormes plataformas dispuestas en canales en zonas pantanosas; esto es para cultivo intensivo.
También destacar la caza, la pesca y la domesticación de animales. Para cazar se emplearon trampas; por otra parte numerosas pesas de red de arcilla y de hueso. Las representaciones artísticas nos hablan de la importancia de los productos recolectados en el mar y en los ríos. Al parecer es conocida la técnica del secado y ahumado.
En cuanto al comercio, La apertura de redes comerciales para asegurar la influencia de diversos recursos básicos escasos entre los mayas así se ha descubierto en Cuello instrumentos de jade y obsidiana que pone de manifiesto una relación comercial con el altiplano a varios cientos de kilómetros al Sur.
Tenemos a este respecto una referencia de Colón, se trata de una canoa de indios que se encontró frente a las costas de Honduras, en su cuarto viaje, en 1502, esta tenía 25 individuos manejándola y llevaban una amplia variedad de finos productos.
La actividad comercial en el área no es uniforme, sino que varia según la capacidad de las zonas explotadas y el acondicionamiento geográfico. Se pueden encontrar tres clases de comercio, entre comunidades vecinas, de ámbito regional y de larga distancia. Un aspecto fundamental de esta actividad comercial fue el de su control de las elites aristocráticas de los grandes centros.
El sistema de transporte empleado, ante la ausencia de animales de carga, se baso en la tracción humana o en pequeñas embarcaciones. Los productos variaron según las regiones, destacando sobre todo la obsidiana y el jade.
En la etapa clásica el comercio a larga distancia se nutrió de vienes exóticos y de elite, fue controlado por la aristocrática lo que mantenía el poder y posición como clase. Ella fue la encargada de distribuir los productos en actos ritualizados por los que algunos bienes adquirieron una función mas social que económica como el jade, conchas marinas o los vasos policromos. Sin embargo esto perdió importancia en el postclásico.
Todo esto nos lleva a tratar la sociedad maya, sus relaciones sociales. Hoy en día se mantiene que desde las primeras ocupaciones la sociedad maya se organizó en familias extendidas que ocupaban los grupos residenciales, los cuales se siguieron por reglas de descendencia patrilineal o patrilocal. Con el tiempo la relación se basa en parentesco y matrimonio, formando linajes o patriclanes, llegando durante el periodo clásico a grandes centros de dinastías hereditarias.
Amplias clases de especialistas e intelectuales ocuparon un tercer lugar en la sociedad, tras ellos una gran cantidad de artesanos y a nivel más inferior la población mas amplia. Los linajes más prestigiosos se emplazaban en las zonas próximas a la plaza ceremonial de la ciudad. Estos grupos estaban unidos entre si por medio de sacbeob o calzada de intercomunicación.
Una sociedad, como se puede ver, con poca flexibilidad, los lazos de parentesco y el sistema hereditario restringieron de forma considerable la posibilidad de alterar el estatus de los individuos, la movilidad social tuvo escasas expectativas.
La dirección de los asuntos políticos y administrativos de cada estado estaba a cargo del gobernante y de su grupo de parentesco mas inmediato. El poder de este grupo aristocrático se fue haciendo cada vez mas rígido y omnipresente, terminando por controlar todos los mecanismos de la sociedad maya. Para poder llevar a cabo este dominio absoluto fue necesario que la elite se identificara con el orden cósmico y cuerpos celestes (identificación con la divinidad) todo para legitimar su existencia con pocas oportunidades de alterar su posición y estatus, culminó asimilando la figura real a la divinidad con la ostentación, monopolio del “cetro maniquí”: es la identificación con el dios k, la deidad mas comúnmente representada en las estelas y luego de toda esta identificación se comunicó al resto de la sociedad (estelas, altares, cresterías, tronos...) todo para describir la vida y obra de sus gobernantes. Se creó un verdadero corpus de textos históricos en los que se reflejaron listas dinásticas... venían a sumarse a otros tipos de información calendaria y exotérica. Todo esto no nos pasa desapercibido en relación a otras civilizaciones desaparecidas como la egipcia, aunque la idea de unión del gobernante con la divinidad lo encontramos en todos los tiempos, también recordar por ejemplo a Alejandro Magno, o a la corte romana.
El gobernante, en este caso, se ha llamado por todo esto con el título que durante el Periodo Clásico será Mah kina (gran sol) y Halach Uinic,(hombre verdadero, sumo mandatario y sacerdote). También tiene la máxima judicatura. Llamado también “jefe verdadero”, serian los caciques o reyes de cada ciudad;el hombre verdadero es el jefe de cada ciudad- estado. Encontramos también hombres de distrito y de aldea para mayor control social. Así también lo encontramos en el plano militar con la figura del jefe militar, este cargo se acreditaba con el valor que sobresalía en ciertos personajes, era un cargo electivo, marcado hacia el individuo de ciertas pruebas como la abstinencia corporal.
La bara ceremonial sirve también para identificar a la clase dirigente. Este elemento suele terminar en cabezas bicéfalas de serpiente, todo con claras connotaciones monárquicas, pero a medida que nos vamos alejando de su entorno el mensaje difundido por el arte se va difundiendo, parece que solo afectó a las grandes ciudades por lo que los señores “feudales” dispusieron de cierta autonomía y proporcionaron a los campesinos y artesanos la necesidad de seguridad militar, política, social y religiosa, a cambio tenían que pagar el tributo.
La estela 29 de Tikal fechada en el 292 d.C incluye el glifo emblema mas antiguo conocido que sugiere centros subordinados políticamente a esta gran ciudad.
La estela A de Copán resulta importante para interpretar la organización territorial del mundo maya del Sur, del 731 d.C., hace referencias a cuatro capitales regionales: Tikal, Copán, Palenque y Calacmul que controlaron la región en esa época.
Sin salirnos del tema de las estelas en ellas destaca algo que nos sirve, como ya hemos visto, de gran ayuda para el conocimiento maya. Una buena parte de los motivos decorativos incluidos en las esculturas, en el arte mural, en la cerámica y en otras facetas del arte maya pone de manifiesto que este pueblo desarrolló el mas completo sistema de escritura del Nuevo Mundo, donde se expone historias, genealogías, textos médicos, tratados de plantas y animales, así como aritmética... ahora bien, la mayor parte de estas informaciones están relacionadas con el mundo de la clase dirigente. En los grandes centros cívicos-ceremoniales circularon multitud de manuscritos, buena parte de ello podemos conseguirlos en el auto de fe que convocó en Maní el obispo Diego de Landa. Hoy en día tenemos cuatro códices que comentaremos mas tarde, hechos con diferentes gomas vegetales con el fin de poder escribir en ellos, ambas superficies fueron alisadas y condicionadas para escribir las figuras de dioses, hombres, animales y jeroglíficos variados. La información registrada en cada libro no fue siempre la misma, ni siquiera los códices contemporáneos. A pesar de que todos estos códices se han encontrado en el Yucatán postclásico, disponemos de suficientes datos para afirmar su presencia en otros centros del área maya durante el periodo clásico como en Vaxactún, Altun Há o Guaytán, pero están tan erosionados que no ofrecen a penas información . EL códice de El Mirador, en Chiapas, parece estar completo, aunque aún no se ha abierto debido a que se halla sometido a un proceso de consolidación.
Estos libros, junto a las anotaciones realizadas en piedra, madera, arcilla, paredes de estuco... han tratado de ser descifradas, hoy en día estamos en condiciones de desentrañar gran parte de la documentación transmitida por el escribano maya.
En cuanto al tema judicial , destacan las sentencias que se imponían como es el caso de , los asesinos, por ejemplo, se podía ofrecer a la familia de la víctima, o indemnizar económicamente...
El desarrollo de la aritmética puede considerarse clave para la evolución del resto de los conocimientos científicos de los mayas. En el periodo Clásico ya se conocía el concepto de 0 que fue fundamental ya que basaban todo en el modelo vigésima (el 0 se representa con una concha), considerando el número 20 como unidad básica de su cuenta. Para escribir sus números se sirvieron de un sistema de puntos, que indicaban la unidad y de barras, que tenían un valor numérico de 5. Para hacer anotaciones superiores se jugaba con la posición de arriba debajo de los signos, de manera que cada nivel tenía que ser multiplicado por 20.
Este sistema vigesimal hizo a los científicos mayas desarrollar sus conocimientos calendáricos y astronómicos. No obstante, no podemos considerar el calendario maya como una innovación autóctona: obedece al concepto de tiempo compartido con otras muchas culturas de mexoamérica, según el cual, el tiempo no es un fenómeno estático sino cíclico, se puede saber acontecimientos del pasado, del presente y del futuro.
Existió aún un modelo mas complejo para anotar números de 0 al 13 a base de representaciones de cabezas antropomorfas y, en algunas ocasiones se complicó aún mas el sistema a base de figuras enteras que identificaban las deidades matronas de unos números que se correspondían con determinados días del calendario ritual. Tales conocimientos matemáticos hicieron posible que los científicos, con ayuda de algunos edificios levantados para observar el paso de los astros como El Caracol de Chichén Itzá y de un instrumental muy sencillo, con señales y palos cruzados, elaboraron un complejo calendario que tenían intrínseco profecías, adivinaciones y horóscopos. El calendario maya tenían una estructura igual a otras culturas de mexoamérica. De una forma simple podemos explicar el calendario de esta forma: El primer ciclo en el Tzolkin, el término Yucateco que se traduce como “cuenta de los días”. En el la unidad fundamental es el día y su designación depende de la combinación de dos elementos: un número del 1 al 13 y un conjunto de días, con su nombre particular. Cada día y cada número tiene su deidad patrona y cada día alcanza enorme importancia ritual.
El sistema utilizado para registrar el paso de los días es asignar un número a un día de manera sucesiva (1 Imix, 2 Ik...). El Haab, o año solar, constaba de 18 meses de 29 días cada uno, mas un mes adicional de 5 días que se utilizaba para construir el año astronómico. Cada mes al igual que los días tenía un nombre específico. Con ellos se cumplían los 365 días de año solar. Sus funciones eran de carácter civil y agrícola.
El Tzolkm y el Haab se combinaron asta formar un nuevo ciclo más amplio, conocido con el término de rueda calendárica que resultaba de multiplicar 260 por 365. Así se disponía de una unidad de computo mayor para medir periodos de 52 años. El año astronómico, que los científicos mayas establecieron en torno a 365.2420 días, que se acercan mucho al utilizado hoy que dura 365.2422 días.
Además del análisis del sol para estos ciclos también se hicieron análisis muy minuciosos de otros ciclos, como los lunares, así como la revolución de Venus y los ciclos de diferentes estrellas o constelaciones importantes.
Pero el aspecto que define no sólo a la cultura en sí, sino a las personas en particular es la religión, la cual impregna las sociedades en la gran mayoría de sus actos y pensamientos. Además tendríamos en cuenta que el pensamiento religioso es lo que más perdura. En nuestro caso no es menos, y se presenta no como un fenómeno original y aislado, sino que sumerge en un profundo pasado panmexoamericano. Todos comparten rasgos elementales. En el caso maya hay tres direcciones fundamentales: Legitimación de la estratificación social y asociación de un civinidad con el gobernante, pasando esta divinidad de este modo a ser la mas venerada y más representadad, equiparan el poder cósmico con el poder político en la tierra.
a) El grupo diligente tiene un segundo problema; es el de sortear la muerte, todo para explicación del mas allá. La muerte como objeto de culto y veneración. Hay quienes suponen que las cerámicas policromas encontradas en las tumbas del Clásico pueden considerarse como verdaderos libros que describen el inframundo y sirven de guía para los gobernantes muertos.
b) El sistema religiosos maya tuvo un desarrollo paralelo al del resto de los conocimientos científicos sobre todo los que hacían referencia al universo.
Desconocemos aspectos relevantes de la religión maya de clásico; nuestra idea se limita a la clase diligente. Los campesinos debieron de practicar rituales más sencillos, tal vez similares a los practicados hoy por los indígenas de Méjico y Guatemala.
Explicación que dio el intelectual maya al origen del mundo y el papel del individuo en este; según estos, existieron varios mundos antes del presente que fueron destruidos sucesivamente por diversas catástrofes: consideración cíclica y recurrente del tiempo histórico. Creación y destrucción dentro del tiempo cíclico, durante 13 katunes.
El cielo tenía 13 capas estratificadas descansando la última sobre la Tierra. Cada nivel celeste era gobernado por un dios y todas las divinidades formaban un grupo denominado Oxlahuntikú. La divinidad que regía el cielo era Itzamná. El espacio intermedio entre el cielo y el espacio inframundo era la Tierra. Debajo de ella los 9 pisos del inframundo y en cada uno de ellos 9 señores de la Noche que formaban el grupo de los Bolontikú. Cada esquina de los estratos que formaban el universo maya estaba dominada por un punto cardinal y un color determinado. Rojo para el este, negro para el oeste, amarillo para el sur y el blanco el norte. Y el centro pudo haber estado gobernado por el verde y fue concebido como el lugar de la gran ceiba, el árbol sagrado que unía el cielo con el inframundo.
Las divinidades que rodeaban el mundo maya no estaban especializadas en cuanto a su función, sino que actuaban según su posición en el cosmos, el color y la dirección cardinal.
El universo superior estaba regido por Itzamná, este se presentaba en forma de reptil o iguana y que convinaba en su personalidad el concepto del día y de la nocturnidad, la dualidad y en definitiva la creación, aunque en los códices postclásicos es clasificado como dios O, en el conforma los dos conceptos divinos mas importantes: Venus y el Sol.
El cielo de 13 deidades que formaban el conjunto de Oxlahuntikú, después de Itzamná, estaban Ahau kin o Kinich Ahau (señor del Rostro del Sol), es un viejo con grandes ojos cuadrados, nariz romana y un incisivo en el maxilar superior de forma de T. Ix Chebel Yax es la personificación femenina de Itzamná es de la más veneradas junto con Ix Chel, la diosa de la Luna.
Existe un gran antagonismo entre las fuerzas celestes, los del inframundo y la victoria de los primeros sobre los segundos.
El dios de la lluvia llamado Chac durante el periodo postclásico era una divinidad campesina y no tiene mucha relebancia en el panteón maya.
Bolón Dzacab, o dios K o deidad del cetro Maniquí se suele representar con rasgos zoomorfos en los que los pies siempre terminan en la cabeza de la serpiente.
Destaca un espejo colocado sobre la cabeza atrabesado por un hacha humeante, este tiene importancia en la época clásica por su relación por la realeza: tiene una cara con una nariz retorcida hacia arriba llevan hacha en la mano o está fumando. Su frente es alta y deformada a su representación fundamental está unido el cetro maniquí.
Las divinidades del inframundo, en lugar de los 9 señores de la noche. Destaca en ellos el dios A, también llamado Cumbau, AH Puch , Cizin. Suele representarse comúnmente por un esqueleto humano o también un individuo con la mandibula inferior, la nariz y las costillas descarnadas. Se suele asociar al color amarillo que el la tonalidad de las manchas que llevan sus ropas, lo cual indica descomposición. Se hacen acompañar del pájaro Muán y del buho, ambos considerados como símbolos de la muerte. El dios Jaguar, también, del inframundo, Chac Bolay, puede considerarse como una manifestación del Sol a su paso por el mundo de las tinieblas, es un Jaguar que tiene nariz romana, incisivo muy salientes, un mechón de pelo atado y su piel jalonadas con manchas negras (nocturnidad.) El dios R es Venus a su paso por el mundo de las tinieblas. Se presenta con orejas de Jaguar, cubierto de piel de felino y tocado con plumas de pájaros Muán. Buluc Chaptán es el patrón de la guerra y del sacrificio humano, puede aparecer junto al dios Jaguar del inframundo destruyendo poblados.
Tal vez nos recuerde al mundo romano, con su concepción de divinidades celestes y el culto doméstico de los Lares ,pero aquí también lo encontramos. Dioses que actuaron sobre las actividades cotidianas y domesticas del universo, llegaron a un culto casi universal en las tierras bajas. Destaca entre ellos Ah Mun, el dios del maíz, se representa como un joven cortando mazorcas de maIz. Ah Muzen Kab es el patrón de las ovejas y de la miel se identifica a menudo con los Herman Bacab, es una figura antropomorfa colocada bocabajo y con rasgos de oveja. Ek Chuach: es el dios de los mercaderes que aparece como una figura con el labio superior alargado y su rostro pintado de negro, a excepción de la barbilla y la boca que están en rojo, tiene una bolsa a la espalda y un mecapal (cinta de esparto para la cabeza que se usa para colgar bultos en la espalda).
La relación se podría largar de modo considerable, todos ellos influyeron en la condición de modo de vida, arte, ciencia e ideología.
La religión maya es, entre otras cosas, un elaborado y complejo mecanismo sancionador de la desigualdad social, mediante el cual los linajes más prestigiosos y poderosos ejercen un poder político centralizado y lo sitúa en la cúspide de la estructura social piramidal.
Los gobernantes se hacen representar junto a sus antepasados desde la etapa mas temprana de la civilización maya, pasan a formar parte del mundo de la divinidad. El rey tras la muerte pasa ha estar identificado con la divinidad, potencian así los predecesores del linaje real, ejemplo de esto esta en inscripciones de los propios templos y llaban el cetro maniquí que relaciona al fundador del linaje con el propio rey.
Coe ha señalado que estos reyes-dioses ordenaron construir enormes complejos piramidales coronados de templos en los que se reflejaba el orden cósmico. Estas edificaciones y las estelas de símbolos solares es para justificar el culto a los ancestros.
Es posible que toda la sociedad maya participara en todo esto, aunque en distintos niveles.
Este elaborado y diversificado pensamiento religioso tuvo su manifestación externa en un complicado ritual. El encargado de transmitirlo e interpretarlo fue un grupo de elite sacerdotal afincado en los grandes asentamiento, elaboró un ceremonial muy complejo para que las divinidades transmitieran sus intenciones al resto de la sociedad. Para ello hay que guardar normas muy rígidas para la pureza espiritual. Dependiendo de la importancia del rito tenía que ir precedidos de determinados ayunos, rechazar el contacto sexual y recibir baños purificadores en el Temazcal o baño de vapor. Así mismo, tenían que quemar Copal para purificar el ambiente, ingerir drogas y el aislamiento. Después de todo esto se procedía a la práctica ceremonial que tenía suculme en los ritos de sangres, de auto sacrificio de los miembros mas notorios de los grandes asentamiento. La sangre es la vida, el maíz y el agua en la concepción ideológica maya: es lo único que genera vida: es las mejor ofrenda a los dioses. Cuchillos de obsidiana, navajas de pedernal, dientes de tiburón , espinas de maguey y aguijones de manta raya sirvieron para horadar la lengua, los lóbulos de las orejas y diversas zonas de los brazos y piernas, la nariz y el pene. La culminación es el sacrificio humano mediante la extracción del corazón por parte del sacerdote. Había mucha solemnidad: procesiones, música, danza y cánticos.
Otro rito también definidos de todo sociedad es el del matrimonio, este se hacía en presencia de un sacerdote, este quemaba hierbas aromáticas en la futura casa del matrimonio. El pueblo llano era monógamo mientras que los gobernantes podían contraer matrimonio varias veces.
El juego de pelotas, que se comentará mas adelante, está ligado al sacrificio humano por decapitación, mediante el cual cobra expresión el paso de los astros por el firmamento y la trayectoria cotidiana del sol como elemento que origina vida. Por eso, en las banquetas del juego de pelotas de Chichén Itzá se narra la decapitación de uno de los jugadores, quienes con su sangre proporcionó la simiente necesaria para que brotara el maíz.
No todo ritual fue cruento, también incensarios para quemar copal, caucho o chicle, comida y bebida, uso de enemas e ingestión de sustancias alucinógenas de cacao o de tabaco.
La muerte fue un acontecimiento muy ritualizado en la sociedad de las tierras bajas. Las ofrendas ricas y semillas encontradas en los enterramientos sugieren la existencia de un esperanza de vida en el mas allá del individuo maya. Además había multitud de ceremonias dedicadas a celebrar el paso del calendario, ritos del paso correspondiente al ciclo vital de cada individuo, ceremonias de adivinación y profecías. El universo maya tan variado y complejo, necesitó, pues, de un ritual muy diversificado y especializado para una gama de necesidades requeridas por las divinidades.
Esta carga tan pesada en modo alguno a abandonado al individuo maya, es una de las características mas relevantes de las modernas comunidades indígenas que han visto en el ceremonial uno de los caminos más firmes para mantener su propia personalidad cultural.
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ACERCAMIENTO A LA HISTORIA DEL PUEBLO MAYA
Nos centraremos en la época clásica que posee mas relevancia artística, pero miremos hacia el momento de formación de una sociedad compleja, cuyo origen parece oscuro : hacia el 2500 a.C. se empieza la búsqueda de la vida de poblado, se conforman los patrones básicos de civilización en el área maya: continuos avances en técnicas agrícolas, experimentación en nuevos cultivos el incremento de cosechas...
Para el origen de los mayas, no se sabe la fecha concreta ni cómo se asentaron, relatos míticos-religiosos nos hablan de esta procedencia, las inscripciones nos lo cuentan pero no coinciden cronológicamente.
En los mayas, el paso a la cerámica documentada con cuello, en Bélice durante el 2500 – 1000 a.C. se levantan algunos edificios algunos estratificados, que se apoyan sobre una baja plataforma con suelo de estuco. Algunas estructuras son de forma rectangular y extremos redondos, pero dos de ellas son circulares. Hacia el 2000 a.C. estas plataformas se emplazan en torno a un patio abierto recubierto de estuco. También se encuentra enterramientos con ofrendas de cerámica, brazaletes de conchas, cuentas de jaderita y hematita para cubrir los cuerpos, estos materiales sugieren que se tuvieron que recorrer varios cientos de Km para recogerlos, lo que supondría redes comerciales de larga distancia. Son frecuentes también pequeñas figurillas que documentan ceremonias de curación y fertilidad. Poco a poco en un periodo que podríamos llamar medio encontramos vestigios de sendas estructuras piramidales que estuvieron coronadas por edificios de carácter perecedero en Tikal. Más tarde encontramos en este mismo lugar plataformas en las que se levantaron grandes templos de carácter funerario.
Hacia el año 300 encontramos el momento de apogeo de la cultura maya, se va desarrollando en diferentes ciudades con casas sobre plataformas, el uso de estuco y la pirámide, encontramos planificación general en torno a plazas y patios abiertos... También aparecen algunos elementos que van a ser característicos del norte de Yucatán, como los Sacbeos o calzadas que unen grupos de edificios o asentamiento de importancia. Destacar por ejemplo en este ciclo formativo a Petén donde se obtiene un grado de complejidad sin precedentes.
Seguramente debido a la erupción de volcán Ilopango y a consecuente desequilibrio ecológico de valle Zapotitlans, Cchalchuape y otros centros importantes que habían concentrado la influencia olmeca y un desarrollo maya de carácter autóctono, se despueblan y son abandonados. Se inicia entonces un éxodo de la población hacia las tierras bajas, estableciéndose una fructífera relación cultural con áreas de Bélice, Petén y las Verapaces, dio lugar a un momento de tremendo auge cultural, se inician profundos cambios en arquitectura, cerámica y en el sistema de escritura, así como un dramático aumento de la población. Hacia el 250 se inicia un proceso de complejidad en los mayas con el aumento de población, se tiende a ocupar el centro o la periferia de grandes núcleos, los cuales comienzan a ser utilizados como focos de la actividad social, política, económica y religiosa. Como consecuencia de ello se forman poderosos centros que llegan a controlar amplias regiones.
Podemos afirmar que un pequeño grupo de corte aristocrático es el agente principal de este complejo proceso de transformación de una sociedad a otra, aparecen regionalismos. Este complicado proceso se inicia en el sur de Petén, donde aparecen monumentos fechados en el 292 d.C.. En la principal ciudad de las zonas Tikal, se instala con decisión una dinastía fuerte denominada Garra de Jaguar desde el año 320.
Similares secuencias de grandes asentamiento emplazados en el bosque tropical se pueden trazar y ponen de manifiesto que este pueblo, que alcanza entre el 300 y 900 unos niveles de complejidad muy elaborados.
A finales del siglo VIII momentos en el que los centros mayas alcanzan el punto culminante de su desarrollo cultural de complejidad sin precedentes van a poder tomar su importancia y a sufrir un dramático proceso de deterioro.
Con el inicio de siglo IX Cesar la construcción de arquitectura monumental y la inscripción de textos jeroglíficos en monumentos; la población declina y se deja de utilizar sistemas calendáricos; profundo deterioro de conocimiento intelectual, artístico y artesano. Las teorías para explicar esto han variado con el tiempo: desde aquella que enfatiza el concurso de una sola causa de tipo natural, con plagas, huracanes, erupciones volcánicas... a las que supone la concluencia de varios factores en la decadencia, como revueltas campesinas, desequilibrio ecológico, invasiones, guerras civiles... todas estas explicaciones solo analizan el fenómeno de manera limitada a regiones hasta incluso ciudades, pero no son suficiente para aclarar un proceso que afecto al sur de las tierras bajas.
En la llamada Etapa Postclásica, después del 900 aparecen profundos cambios que se reducen a alteraciones en la organización de la sociedad que se transforma en una entidad de carácter mas militarista. Se introducen en este periodo serias alteraciones en las redes de alta distancia, en la estrategia Putún, consiste en potenciar las rutas marítimas que circundan la península de Yucatán y ponen en relación la costa del golfo con la bahía de Honduras, mientras que las vías interiores pierden importancia y quedan ampliamente desasistidas, por lo que los asentamientos del Norte y la costa tienen mas importancia. El centro principal es Chichen Itzá que tendrá gran cantidad de elementos culturales procedentes del altiplano central mexicano, de Tula, como edificios con grandes galerías de pilares o columnatas, templos redondos, columnas en forma de serpiente, jaguares y águilas devorando corazones humanos, dioses mexicanos.
A partir del siglo XII, este asentamiento de Chichén Itzá dominará todo el Yucatán, se construyen castillos, patios para el gran juego de pelota..., sin embargo la investigación arqueológica no ha podido comprobar esta versión de las crónicas, aparecen dudas aunque no las suficientes para descartar por completo.
Alrededor del año 1100 se funda a pocos kilómetros de Chichén Itzá un pequeño núcleo llamado Mayapán, logrará desbancar la capitalidad de los Itzá que tuvieron que iniciar un lento éxodo hacia el sur hasta la región Lacustre al sur de Petén. De aquí hasta la llegada de los españoles aparecen continuas competiciones entre las pequeñas unidades políticas independientes entre sí.
Desde el punto de vista cultural Mayapán es el compendio de tradicciones de centro de México y la autóctona de la región puramente maya, esto incluye rasgos como: culto a la estela, edificios en torna a pequeños patios...
También se da en este tiempo: esplendor de la costa oriental por el comercio de los putúm, destacando entonces centros como: Acalán o Chakanputún.
En el momento de la anexión española eran 19 las unidades políticas denominadas cuchacahob, estos luchaban entre sí para destacar.
Mientras tanto los que habían salido de Chichén Itzá se instalaron en los lagos de Petén y Ekixil y establecieron la capital en Tayasal, estos mantendrán la autonomía ante el potencial español, hasta que en 1697, el linaje Canek, se entrega.
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MITOS, LITERATURA, CÓDICES, POESÍA Y TEATRO.
El estudio de las muestras literarias de los mayas no han sido estudiadas en conjunto hasta época relativamente reciente.
La tradición civilizadora del pueblo maya se remonta al menos has el periodo Clásico, como hemos visto las ciudades de Petén y las cuencas del Montagua y del Usumacinta desarrollan una gran actividad creadora de edificios, tanto religiosos como administrativos y recidenciales, todo ello gobernado por reyes-sacerdotes, una sociedad que alcanza un nivel de complejidad poco frecuente en el mundo mesoamericano.
Sin embargo aquella civilización quedó interrumpida por la crisis de los siglos VIII al X, pero lo cierto es que a pesar del hundimiento la tradición cultural de los mayas no desaparecerá, sino que, quizá queda enriquecida del aporte de pueblos centromexicanos que ya mas tarde en periodo post clásico dará lugar el nacimiento del poderoso reino de Chichein-Itzá (hacia el 1200), finalmente la descomposición de este estado, pondrá fin a la tradición cultural maya.
Al igual que otras zonas de mesoamérica, en el área maya se utilizó el sistema de escritura de carácter jeroglífico, conocido únicamente por los sacerdotes y en general por la clase dirigente este servía para presentar fechas, lugares, ceremonias, fiestas, y otros pormenores de interés para la clase sacerdotal. Debe suponerse que era muy numerosos los libros en los que sacerdotes representarían jeroglíficamente para apoyaturas para su memoria. Hoy en día gran parte perdidos, por que faltó la mente que los retuviese o la escritura que los perpetuase, además no tenemos ninguna muestra histórica posterior al contacto en el que se reúnan caracteres geroglíficos y caracteres latinos. De la labor de sistemático destrucción emprendida por los fráiles españoles; especialmente de Fray Diego de Landa – el mismo que dejaría a la posteridad la mas importante fuente interpretativa de la cultura maya, su “relación de las cosas de Yucatán” –solo se salvaron 4 códices: Códex Dresdensis, Códex Peresianus, Códex Trocortesianos y códice Grolier”. Todos ellos fueron confeccionados sobre largas tiras de papel (papel de mate o buum), dobladas en forma de biombo, fabricado de corteza de ficus, las tiras pueden ser de hasta 7.15 metros, la lectura es de izquierda a derecha en el anverso y de derecha a izquierda en el reverso. Los temas que presentan son varios; de calendario, ritual, astronómico, matemático, religioso... No entraremos en comentar cada una de ellas pero una síntesis de los puntos mas destacados: los temas que se tratan son los ya mencionados como adivinaciones, listas de katunes, dioses ceremonias de fin de año... Pese a su corto número, esos códices vienen a demostrar hasta que punto fue elaborada incompleta la civilización de los mayas en múltiples aspectos, pero también confirma la idea de que eran meras ayudas mnemotécnicas.
Hay que tener en cuenta que fueron los misioneros españoles quienes enseñaron pacientemente a los indios Quichés, Yucatecos o Cakdiqueles la forma de escribir con caracteres latinos su propia lengua y fueron ellos quienes animaron a los indios a que escribiesen de sus propias tradiciones, fueron escritos los datos que se conocían de forma oral.
El caso de Fray Francisco Ximenes, es muy interesante en este aspecto. A principios del siglo XVIII, este cura de la orden de Santo Domingo que era procedente de Córdoba llegó a Guatemala en 1688. Este dio gran confianza a los feligreses hasta que le revelaron la existencia de un valioso manuscrito donde se contenía tradiciones antiguas del pueblo Quiché junto con algunas indicaciones intercaladas. Aplicó el método que desarrolló Fray Bernardino de Sahaun en el valle de Méjico de tal manera que hizo una transcripción y traducción del documento a dos columnas, este es el “Popol Vuh” (se conserva en el Newberry Library de Chicago).
La traducción de Ximenes parece tal vez demasiado literal he hizo una nuevo traducción mucho mas libre en 1772 en el se puede ver algunos datos destacados como que los últimos señores de Quichés vivieron hasta después de la mitad del siglo XVI, también temas de cosmología, mitología... Se inicia con la cosmología Quiché, con la creación del hombre de masa de maíz... También contiene una lista cuidadosa de linajes y pueblos tributarios.
Del mismo origen son los libros de Chilán Valán, estas recopilaciones de noticias antiguas se multiplicaron en numerosos lugares y es así como, actualmente, se puede hablar de muchos libros de Chilán Valán. Sus nombres corresponden a distintos poblados de la península de Yucatán. No se sabe con certeza porque se llamaron así pero Chilán significa “el que es boca”, serían los sacerdotes y Valán, “jaguar o brujo” fue uno de los mas famosos sacerdotes mayas que en la época inmediatamente anterior a la llegada de los españoles se hizo famosos por predecir la llegada de hombres diferentes que aportarían una nueva religión.
Aquí se presenta un contenido más variado: hay materia religiosa indígena, junto con textos cristianos, noticias, acontecimientos particulares...
Bajo el manto de la prosa narrativa de todos los libros y documentos se puede observar un trasunto de una poesía, épica en unas ocasiones , en otras lírica.
El conjunto poético mas importante de los conocidos es “contares de Dzitbalche”, el manuscrito que lleva por título el de “el libro de las danzas de los hombres antiguos que era costumbre hacer acá en los pueblos cuando aún no llegaban los blancos”, contiene 15 cantares o poemas que debían acompañar a un baile o danza. Este manuscrito que fue descubierto en Mérida hacia 1942, aunque sean cantares mas aparecen narraciones o explicaciones sin otra particularidad que la de estar escritos en columnas, a manera de versos.
Hay dos ejemplos de teatro: El Rabinol Achí y el Zaqui Gáxol ambos son los dos bailes-dramas que sobreviven del siglo XIX, pero que apuntan a la existencia de dramas populares de época precolonbina.
El rabinos Achí es la historia del cautiverio y sacrificio de un guerrero Kavek por el linaje principal de rabinal, se sabe que el tema fue el de un baile dramático popular de los principios del periodo colonial. Se compuso enteramente en Quiché clásico y no contiene ni j de español, su fecha es insegura, mientras que en otra parte se refiere al manuscrito original, perdido posteriormente. Tiene un lenguaje oscuro y arcaico. Posiblemente nunca sabremos si la obra entró en el siglo XIX en la forma oral o escrita.
Zaqui Cáxol es un baile de la conquista, es una obra únicamente netamente indígena, en la que los personajes indígenas hablan en Quiché y los conquistadores en español-maya. El contenido sigue la versión española de la conquista. Se conocen 5 manuscritos, el mas antiguo data del 1726
Tribuna para los espectadores de Copán; los mayas tenían teatros donde se representaban comedias y farsas para diversión del pueblo. También se habla de actores que representaban muy elegantemente. Roys hace notar que se habla de asambleas donde los indios mayas se congregaban para leer las fábulas e historias que estaban recordadas en sus libros. Algunas de sus partes se leían canturreándola y acompañándose el lector con un tamboril. Collogudo dice que los mayas, en el tiempo de su idolatría, danzaban y cantaban dirigido por uno que era muy venerado y respetado. Le concedían un asiento principal en sus asambleas y era el que además guardaba las trompetas, los caracoles marinos, los tambores y otros instrumentos de que se servían. La importancia del canto entre los mayas está firmada por todos los escritores de la época colonial, y es posible que en Copán hubiera algo semejante a lo que hoy llamamos como municipal de cantones, pues han aparecido en las excavaciones cabezas que se dijo que eran de muchachas cantando
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ARTE MAYA
La tecnología empleada por los mayas prehispánicos fue la característica de la Edad de Piedra. Al no contar con animales de carga y al no utilizar los metales con fines prácticos, hubieron de emplear una gran variedad de instrumentos, como cinceles, leznas, perforadores, mazos, picos, hachas de piedra, madera o hueso. Diversos abrasivos ayudaron a la tarea de pulir materiales y diferentes resinas resultaron muy útiles para hacer estucos y fijar pinturas.
En arquitectura, hachas de sílex y fuego sirvieron para cortar grandes troncos y cuchillos de diferentes tamaños y se emplearon hachas para cortar lianas y palmas con las que se unían troncos y se cubrían estructuras. Cuñas de madera introducidas con mazos de madera o piedra en los grandes bloques sirvieron para obtener guijarros y losas empleados en la construcción.
En escultura, la tecnología fue similar y constaba de instrumentos de piedra y madera: martillos, cinceles y hachas de pedernal sirvieron para dar forma a las piezas deseadas, las cuales fueron terminadas mediante la técnica de abrasión y por último pintadas, generalmente en rojo oscuro obtenido del óxido de hierro, muy frecuente en el bosque. El jade, un material muy duro, fue cortado a base de cuerdas y arcos que, por frotación, lograban hacer ranuras para conseguir núcleos, que fueron después tratados con abrasivos, como partículas de piedra dura y agua. Es decir, existía un complejo tecnológico muy sencillo, al cual nos iremos refiriendo a medida que nos encontremos con las facetas concretas del arte maya.
La arquitectura fue la expresión plástica por excelencia en el mayab. En términos generales, estuvo condicionada por las limitaciones ambientales que imponía el bosque tropical, tanto en lo que a materiales de construcción se refiere como al tipo de estructuras levantado y a la decoración a ellas asociada.
El arquitecto maya se inclinó por la madera y la piedra como materiales básicos para construir sus edificios y, en algunos casos, por diferentes palmas que resultaron de gran utilidad para cubrirlos; aquellas cuya obtención resultaba más fácil y rentable. La fuerza y la resistencia de determinados predadores, como las termitas, fueron condiciones tenidas muy en cuenta a la hora de elegir maderas para la construcción, siendo la caoba y el zapote quienes con más frecuencia sirvieron de dinteles y refuerzos de bóveda en el interior de los edificios y en la elaboración de la infraestructura necesaria para llevar a cabo tales obras: escaleras, andamios, rodillos, etcétera.
Se empleaba siempre la tierra, hasta el punto de que una gran parte de los edificios más tempranos se levantaron en tierra y después fueron recubiertos con adobe mezclado con arena volcánica. El cemento se obtuvo de la cal amontonando guijarros humedecidos de piedra caliza en torno a un gran tronco de madera y recubriéndolos con leña; después eran quemados y desmenuzados hasta conseguir un fino polvo de cal. Este, mezclado con agua, arena o manga, se transformaba en cemento. El hormigón se consiguió a base de combinar el polvo de cal con piedras partidas; y el estuco, a partir de la mezcla del polvo de cal refinado hasta el máximo con agua y gomas vegetales extraídas de árboles resinosos.
El material preferido por el arquitecto maya para realizar sus obras más importantes fue la piedra que, además de ser empleada en forma de guijarros en el relleno de las plataformas y basamentos, se cortó en finos sillares para cubrir y conferir belleza a los edificios. La variedad más frecuente fue la caliza aunque, en algunas zonas determinadas, las construcciones se levantaron a base de arenisca, diolita y mármol en Quiriguá, tracita en la región de Copán o verdaderos ladrillos de arcilla en Comalcalco.
Los elementos básicos de la arquitectura maya son diferentes construcciones sobre amplias plataformas levantadas a base de piedras, tierra y desechos de todo tipo, que después se recubrieron con una capa de estuco o con sillares de piedra bien cortados estuco, y su finalidad fue sostener edificios de diferente forma y función.
La mayor parte de las construcciones situadas en estas enormes plataformas tuvieron un carácter templario o residencial, y estaban cubiertas por una falsa bóveda conseguida a base de aproximar hileras de piedra hasta enlazar con una clave central, la cual impuso ciertas limitaciones al arquitecto maya, que se vio obligado a levantar muros muy pesados y excesivamente anchos, con la consiguiente pérdida de espacio interior.
Un rasgo de importancia fue las cresterías, muros de mampostería levantados sobre la techumbre de los edificios y decorados con estuco o mosaico, que constituían un gran panel que sirvió como espacio decorativo. Estas eran simples, dobles o triples, y se apoyaban en la fachada, en el muro posterior o en el centro de edificio.
Los tipos de construcción más corrientes incluyen templos, palacios, juegos de pelota, calzadas, fortificaciones, torres, depósitos de agua, baños de vapor, chultunes y arcos, que se suelen emplazar en torno a grandes plazas o en espacios abiertos.
El templo es un edificio levantado sobre una gran superestructura maciza, fue concebido, en algunos casos, como un enorme monumento dedicado a un personaje importante y, a veces, como su propio mausoleo. El palacio, un edificio rectangular y alargado que contrasta con la verticalidad del templo, fue utilizado como residencia para la elite, aunque algunas estancias tuvieron funciones administrativas o fueron casa de hombres, almacenes de tributos y lugares de ritual.
El juego de pelota desempeñó un papel primordial en los rituales de los grandes centros, por esto, y porque es uno de los caracteres más conocidos de esta civilización dedicaré algunas líneas más. Tomaremos como ejemplo el juego de pelota de Chichen-Itzá, aquí encontramos, en frente del llamado Templo de los Guerreros de Chicén el magnífico trinquete para el juego de pelota. Es una simple cancha formada por dos muros paralelos que limitan un espacio de 150 metros de longitud por 35 de ancho, a cada extremo hay dos edículos como palcos presidenciales, con abilidísima disposición acústica que, a pesar de la distancia, que es casi de 200 metros, se puede hablar del uno al otro con un eco que no se percibe por el espacio intermedio. El juega de pelota tenia carácter religioso y servía para el rito adivinatorio. Los partidos se jugaban por dos bandos, que se lanzaban la pelota sin tocarla con las manos y procurando hacerla pasar por dos aros en los muros de la cancha. La técnica del juego debió cambiar con el tiempo, porque al principio los muros eran inclinados y los aros de quita y pon. Poco antes de la llegada de los españoles, el juego de pelota, en su manera definitiva, era deporte de las clases superiores y conservaba todavía su carácter sagrado. Se jugaba desde Guatemala y Honduras hasta Arizona, pero en muchos lugares el juego parece haber sido introducido ya en época tardía.
Las calzadas, sacbeob, son caminos destinados a unir grupos importantes dentro de un recinto urbano, aunque en algunas regiones, especialmente en el norte de Yucatán, llegaron a relacionar distintos asentamiento. Por ejemplo, el sacbé, que Uneyaxuná y Cobña, alcanza más de 100 km. de longitud. Las fortificaciones no son muy frecuentasen el mayab, aunque existen varios fosos entre Becán y Tikal, o verdaderas murallas en Mayapán, Tulum y varios centros del norte del Yucatán.
El baño de vapor, temazcal, es un elemento poco conocido pero, sin duda, de relevancia en la arquitectura de las tierras bajas. A veces se asocia al juego de pelota, con valor ceremonial. De gran importancia estratégica fueron los cenotes, aguadas, chultunes, sartenejas y aljibes fabricados para asegurar el abastecimiento de agua, un bien muy escaso en la región.
Con un índice de variación muy restringidos, estos rasgos aparecen de manera uniforme en el área maya, y a ellos se superponen otros que introducen variaciones en la decoración hasta formar estilos regionales. En el Petén se construyeron edificios macizos, con enormes muros de piedra cortada, reduciéndose de manera considerable los espacios interiores, Otro rasgo típico es la verticalidad de los templos, colocados sobre altos basamentos que se decoraron con molduras y arremetidos, y se completaron con una gran crestería, La decoración de palacios y templos se coloca en el friso y se realiza a base de figuras de estuco, mientras que las paredes permanecen lisas. En esta región, cuyos centros más importantes son Tikal, Uaxactún, Zotz, Nakum y yaxhá, el estilo apenas varía durante el período Clásico.
En Copán y Quiriguá, los dos centros principales del área del Motagua, la piedra caliza es escasa, por lo que se reemplaza por tracita o arenisca. En general, se trata de una arquitectura que carece de las altas torres típicas del Petén, con un predominio del palacio sobre el templo. Asimismo, son frecuentes amplias graderías y terrazas que pueden albergar miles de personas, lo cual indica que la sociedad copaneca es más permisiva y participativa que la petenera.
La arquitectura del Usumacinta se caracteriza por la utilización de inmensas acrópolis, que relacionan sitios, como Piedras Negras y Yaxchilán con Peten, No obstante, también tiene elementos propios, como las cresterías caladas y muy altas o la utilización del estuco en la decoración, rasgos que recuerdan el estilo de Palenque.
Palenque desarrolla un estilo arquitectónico idiosincrásico, en el que los edificios se cubren con techumbres muy inclinadas y contienen abundantes esculturas en estuco policromado. Las construcciones, mucho mas pequeñas que en cualquier otra región, se colocan sobre basamentos bajos y plataformas de paramento vertical. En esta ciudad, así como en Bonampak o Pomoná, se aprecia una pérdida del conservadurismo y rigidez que caracteriza al Petén, con varias puertas abiertas en la fachada de los templos, amplios vestíbulos y reducido espacio interior. Asimismo, las cresterías que los coronan se hacen cada vez más caladas y constan de uno o dos muretes colocados en la crujía central del edificio.
Al norte del Petén, en los estados mexicanos de Campeche y oeste de Quintana Roo se desarrolla en estilo Río Bec-chenes, que combina rasgos del sur con otros que proceden del centro de Yucatán, y alcanza su apogeo durante el Clásico Tardío. En sitios, como Río Bec, Xpuhil. Becán y Hormiguero, el rasgo más relevante consiste en levantar una fachada dividida en tres unidades horizontales, decoradas con esculturas realizadas a base del Yucatán. Las fachadas más elaboradas incluyen un enorme mosaico que representa la boca de una gran serpiente; las puertas son las fauces del monstruo. También son frecuentes tres altas torres piramidales que flanquean los extremos y el centro de edificio de tipo palaciego; son macizas y tienen una función exclusivamente decorativa. Recuerdan las formas arquitectónicas del Petén.
En la región Puuc, al norte de las tierras bajas mayas, se produce entro los siglos VII y X un cambio estilístico fundamental con respecto a los estilos del sur, ya que, a profundas diferencias en la ornamentación de los edificios, se suman otras que afectan a la técnica de construcción. Los arquitectos que levantaron centros, como Uxmal, Kabah, Syil, Labná o el propio Chichén Itzá, lograron trabajar la piedra caliza con tal perfección que quedó reducida a finas lajas utilizadas para cubrir el relleno de los edificios. Con ello se ganó espacio interior. Además, hay un claro predominio de las estructuras horizontales sobre las verticales, que con tanta frecuencia se habían levantado en el sur de las tierras bajas.
Un rasgo clave lo constituye la sustitución de la decoración en estuco por el mosaico de piedra, el cual se combinó hasta formar grandes mascarones del dios de la nariz larga y multitud de motivos geométricos, como celosías, grecas, columnistas ciegas, chozas, serpientes, etc., que rellenaban los frisos y zócalos de las construcciones.
En la región más al norte de la península del Yucatán, en sitios, como Chischén Itzá o Mayapán, se desarrolló a partir del siglo X el estilo mata-toteca, que incluyen materiales y técnicas de construcción propios del estilo Puuc, aunque el diseño es tolteca. Columnas serpentiformes, pilastras cuadradas que sostienen galerías abiertas de techo plano, serpientes sosteniendo puertas, esculturas de Chac-mool decorando los edificios, pequeñas plataformas en cuyos tableros se han tallado Aguilas o jaguares devorando corazones humanos, portaestandartes, figuras de caballeros pertenecientes a órdenes militares que se tallan sobre pilastras, espacios más abiertos y otros elementos propios de la arquitectura del centro de México se hacen frecuentes hasta la mitad del siglo XII en la península del Yucatán.
La costa oriental de la mencionada península vive durante el Postclásico Tardío un desarrollo cultural sin procedentes en la zona, generando un estilo arquitectónico propio que, aún con rasgos de la arquitectura nativa -como el uso del estuco, la concepción de los edificios y los espacios que recuerdan en multitud de ocasiones a aquellos típicos del estilo maya-tolteca-, introduce otros de ámbito más amplio, Por ejemplo, la pintura mural que tiene fuertes reminiscencias del estilo mixteca-puebla y se corresponde con un “estilo internacional” de amplia implantación en vastas regiones de Mesoamérica. Xelhá, Xcartet, Tulum y otros sitios emplazados en la costa hasta la república de Belice, como el propio Santa Rita Corazal, muestran rasgos propios de esta corriente.
Antes de pasar a la escultura dedicaré un pequeño resumen de el significado y el misterio que envuelve a los templos- pirámides, para ello, tomaremos un artículo de Andrés Ciudad.
Los antiguos mayas desarrollaron una compleja y variada vida ceremonial, por la cual explicaban su posición en el mundo y la naturaleza de las cosas. Como aspecto básico se presenta: creencia de la posibilidad de gobernantes y especialistas religiosos que se comunican con sus antepasados, esto era a través de determinados rituales. De esta misma manera los templos-pirámides fueron decorados con imágenes de las visiones.
La arqueología maya ha dedicado una atención especial al estudio de la arquitectura monumental a lo largo de sus 150 años de historia, pero sus análisis se han centrado en el exterior, olvidándose del estudio del contexto, impidiendo una interpretación mas profunda.
Uno de los principios básicos es que; todos sus edificios se inspiran en la choza campesina: Una baja plataforma que aislaba del suelo sobre el que se levantó un edificio rectangular a base de palos atados con lianas. Sobre este armazón se colocó una techumbre muy inclinada de vigas, palos...
Con el tiempo y la geralquización social, esta construcción fue ganando extensión. Y se petrificó para formar edificios administrativos y rituales, esta transformación se apunta que se produjo hacia el 600 antes de Cristo.
Al mismo tiempo aparece especialización en: templos, palacios, juegos de pelota, vaño de vapor, altares... entre todos destacan las pirámides aterrazadas. Por lo general, sobre esta pirámide se colocó un templo.
En la etapa prehispánica la cultura maya gozó de un gran dinamismo: variaron de tamaño y composición, con diferentes estilos decorativos, tamaños... tales diferencias causan controversia respecto a su función. Todo pensado y decorado para sensación de lejanía con respecto a los cultos y también con visión de propaganda. La información puede ser de vital importancia histórica, como ocurre con la escalinata jeroglífica de acceso al templo 10 L – 26 de Copán.
Los arquitectos mayas no construyeron los templos-pirámides aislados, sino que los asociaron a otros edificios en torno a amplias plazas. Además los templos se convinaron entre sí y con otros edificios delimitados por la misma plataforma, en respuesta a necesidades de integración, algunos de los cuales tienen una clara disposición astronómica.
A inicio de nuestra era la arquitectura templaría se organiza en Patrones Triádicos, cuya funcionalidad pudo emparentarse con el mito de la formación del mundo a partir de la colocación por los dioses de tres tronos de piedra en la constelación de Orión; también los templos se combinaron en grandes acrópolis, formadas por edificios colocados en torno a patios situados a diferente altura y por último, los complejos de pirámides gemelas, que fueron configuradas a principios del siglo VII en Tikal relacionadas por el paso de los astros.
La función: los mayas del clásico denominaron a sus templos con diferentes términos, tales como Wa y Bil “lugar de descanso”, Pib na “casa subterránea”, o Kumul “lugar de conjuro”, con los que enftiza su función como lugar de acceso al universo de lo sagrado, donde se realizaron dramáticos rituales que les permitieron comunicar con sus dioses y antepasados. Por la información que sacamos en conjunto la función de la pirámide maya es variada (no como la egipcia).
Los dos rasgos mas sagrados del paisaje maya son la montaña y la cueva. Sirvieron como transiciones entre el mundo físico y el mundo de los espíritus esto es una idea pan-mexoamericano, donde se sostiene que el mundo fue creado en dos ámbitos: la Montaña Sagrada y las plazas públicas, concebidas como réplicas del mar primordial donde se ejecutaron los primeros actos de la creación del universo y donde viven las principales fuerzas divinas. Conceptos que estaban formalizados en la región desde tiempos olmecas y que fueron asimilados por los mayas, quienes crearon impresionantes montañas sagradas con la construcción de sus pirámides y colocaron sobre ellas templos cuyas puertas sirvieron como portales al otro mundo, organizados en torno a extensas plazas públicas. {pirámides = montañas; templo = cueva; estas conducirían al otro mundo}, cuyas puestas constituían las imágenes de la fáuces de los monstruos que unían ambos planos de la realidad.
Los reyes reedificaron sus templos sobre el mismo espacio durante centurias y estos se volvieron cada vez mas sagrados, así también destacar la identificación del rey por el sol, la única fuerza de mantener el orden y naturaleza de las cosas. Todo integrado para crear un impresionante escenario cósmico en el que dioses y hombres se reunieron para interpretar la realidad, dar explicación y sentido a la vida de los mayas.
Las obras escultóricas de los mayas aparecen como monumentos aislados –es el caso de estelas, altares, zoomorfos y objetos menores, como grandes cabezas de estuco y piedra- o como elementos arquitectónicos –paneles, tronos, dinteles, tableros, jambas, columnas, alfardas, fachadas, zócalos, marcadores del juego de pelota o esculturas de bulto redondo-.
Temáticamente, en ellas se esculpieron figuras humanas que representaban individuos de altos estatus y formas de animales combinadas con símbolos sobrenaturales. El monumento principal en el que el escultor centró su máximo interés fue la estela que, en muchas ocasiones, se encontraba en un altar circular y contenía inscripciones en las que se representaban y registraban las hazañas de un gobernante y se justificaba su poder político.
Como la arquitectura, también la escultura tuvo sus variantes regionales, tanto desde el punto de vista técnico como en lo que se refiere a motivos decorativos. La técnica más frecuente era el relieve que, en algunos casos, llegaba a ser de bulto redondo y, de manera secundaria, la pintura en rojo o azul. Los monumentos más antiguos de las tierras bajas se tallaron en el Petén, y en ellos los individuos están representados en actitudes muy hieráticas, mientras que las figuras secundarias tienen escaso valor. En el Motagua se confeccionaron tallas en altorrelieve, que incluían esculturas de bulto redondo. La piedra en que se trabajaron era considerablemente más dura, pero ello no fue obstáculo para que las obras perdieran hieratismo. Abundaban tanto los temas históricos como los relacionados con la arquitectura y el calendario. En Quiriguá, uno de los dos centros importantes de la región, se desarrollaron los zoomorfos, grandes guijarros de formas especiales empleados para representar figuras de animales con una detallada información glífica.
El apogeo de la escultura en el área maya se alcanzó en la zona del Usumacinta donde, mediante la técnica del estuco, se representaron temas que hacían referencia continua a acontecimientos de tipo cortesano, militar y dinástico.
Por último, en el Yucatán, fueron escasas las tallas en estelas, altares, tableros o tronos, aunque fueron muy frecuentes los diseños geométricos, estilizaciones del dios de la nariz larga, serpientes y escenas de guerreros incorporados a los frisos y zócalos, o bien a las columnas y pilastras de los edificios.
Además de la piedra, el estuco fue un material utilizado con profusión por los escultores mayas. Alcanzó su máximo desarrollo en ciudades, tales como Palenque y Comalcalco, donde prácticamente cada jamba, cada panel libre de vano fueron decorados con estuco que más tarde se pintaron en rojo, azul, amarillo y otras tonalidades. En las tierras bajas del sur, el estuco se generalizó desde el Formativo Medio hasta el Clásico Terminal. En el norte, sin embargo, su uso fue más restringido. Aparece en lugares como Acanceh, hasta que en el Postclásico Tardío reapareció en forma de grandes mascarones, dioses descendentes y otros motivos que se distribuyeron por toda la costa oriental de Yucatán.
También la escultura en madera debió de tener importancia, a pesar de que las particulares condiciones del bosque tropical hayan dejado pocas huellas al respecto. Muchos templos sostienen las puertas de sus fachadas con dinteles de sapodilla, que abundaban en la información dinástica y simbólica expresada en diversos monumentos. Muy numerosos debieron de ser los objetos de arte mobiliario, como la pequeña caja de madera encontrada en Actun Polbilché, en Belice, y en Tortuguero, Chiapas. En madera se logró tallar hasta en bulto redondo, como lo demuestra una escultura exenta, de origen desconocido, pero seguramente del área de Tabasco.
La pintura, como le ocurrió a la escultura, estuvo supeditada a las manifestaciones arquitectónicas, aunque la muestra en las tierras bajas se haya perdido de manera considerable. El pintor maya empleó una variada gama de colores para decorar sus edificios y tumbas; así, a varios rojos que fluctúan entre el púrpura opaco y el naranja brillante, habría que añadir un marrón ocre que se utilizó sobre todo para perfilar figuras y diseños, mientras que diversas mezclas de rojos y blancos le permitieron conseguir tonalidades rosadas, azules, verdes, amarillos, el blanco y el negro.
La obtención de materiales de pintura le resultó casi tan variada como los tonos conseguidos, aunque prevalecieron aquellos de origen mineral a base de tierras. Otros, sin embargo, fueron de procedencia vegetal, pero son los que han desaparecido con mayor rapidez, y algunos más de origen animal. En definitiva, hematita, atapulguita, índigo, carbón y otros materiales orgánicos carbonizados sirvieron para obtener pigmentos, a la vez que varios palos de tinte y resinas fueron utilizados para fijar los colores.
Esta rica paleta del pintor maya no decoró los murales de los edificios de manera azarosa. Al contrario, hubo una jerarquía de tonos perfectamente establecida, que fue aplicada según el tema que se pretendía representar. Incluso dentro de una unidad temática, el rango, sexo, posición y situación de cada individuo representado exigían un determinado color.
Por desgracia, es esta una de las técnicas decorativas que más sufren al paso de los años en un ambiente de humedad muy acentuada, aunque tenemos noticias de murales muy antiguos, como los encontrados en edificios de Tikal y Uaxactún, que datan del Formativo Tardío. Muy interesante resultan las pinturas encontradas en las cuevas de Naj Tunich o en diversas tumbas de Río Azul. Pero la obra culminante del arte mural de los antiguos mayas se desarrolló en Bonampak, en la Estructura 1, donde diversos frescos que datan del año 790 d. De C. Se distribuyen a lo largo de las tres cámaras que lo integran.
También en el norte de la península del Yucatán los edificios estaban decorados frecuentemente con pinturas, que abarcan desde el Clásico Terminal hasta el momento de la conquista. Son diversas las sustancias empleadas en conseguir los colores, pero la variedad de tonalidades viene a ser la misma que la de los centros clásicos del sur.
En cuanto a la temática, la pintura mural yucateaca manifiesta, como ocurría en otras facetas artísticas, la influencia del centro de México, con escenas que hacen continuas referencias al sacrificio humano o a diversas hostilidades entre poblados vecinos incluida la invasión de la península por parte de grupos procedentes del altiplano mexicano.
En la costa oriental de la península del Yucatán se originó, a partir del 1250 d. De C., un estilo muy particular con influencias del estilo mixteca-puebla. Junto a una temática de origen maya se emplearon técnicas y colores procedentes de otras regiones, como el norte de Oaxaca, que llegaron a tener una amplia aceptación en diversas regiones de Mesoamérica. Tulum, Tancah, Xelhá y Santa Rita Corozal, entre otros, son asentamiento que manifiestan esta forma de decorar los edificios.
La vida de poblado, que se ha instalado en el área maya hacia el 2500 a. de C., proporciona las bases fundamentales sobre las que estriba el desarrollo de la cerámica. En principio, se utilizaban vasijas para almacenar y transportar alimentos. Más tarde se fabricaban también objetos de arte. Así pues, el camino recorrido por esta técnica de manufacturación es lento y largo, pero en su evolución se va a lograr una variedad y riqueza estilística sin precedentes en Mesoamérica.
Como ya se ha indicado, la tradición más antigua detectada en el mayab se incluye en el Complejo Cerámico Swazey, en el norte de Belice, seguida de los Complejos cerámicos Barras y Ocós de la llanura costera del Pacífico. Naturalmente, los objetos fabricados están más cerca de su función original (ollas, tecomates, sartenes) que de fines artísticos. Esta cerámica, elaborada en el segundo milenio a. de C., está bien cocida, es resistente y bien engobada y pulida, en tonalidades negra, roja y marfil; la decoración asociada predomina en incisiones, aplicaciones, pintura, decoración negativa y modelado.
Importantes resultan las figurillas hechas a mano de carácter antropomórfico y más raramente zoomórfico, que son manifestación de un culto a la fertilidad y a la tierra.
Durante el primer milenio a. de C. No solamente se mantienen estas tradiciones, sino que se distribuyen ampliamente por el Mayab. Aparecen nuevas tonalidades en el engobe, diferentes técnicas decorativas y formas, como las vasijas zapato y la pintura policroma y los incensarios de tres protuberancias. Las figurillas se confeccionan con moldes, a la vez que tienden a hacerse en un estilo más uniforme.
A lo largo del Formativo Tardío y Protoclásico se inicia una mayor sofisticación en la decoración de las cerámicas. Si bien predominan los engobes negro-marrón, naranja y rojo lustrosos y aparece la resistente Usulután, se multiplican los soportes trípodes y tetrápodos, el etuco y la decoración dícroma y polícroma. Al mismo tiempo, se generaliza el culto al incensario.
El Período Clásico es el momento culminante en la manufactura de la cerámica policroma, que en su faceta más temprana prefiere aplicarse en patrones geométricos, con tonalidades rojo y crema sobre naranja. También son frecuentes los monocromos en negro, crema y naranja para decorar el estuco. La forma más característica es el cuenco con moldura basal y el plato, hasta la introducción de los rasgos típicos de Teotihuacán que incluyen, entre otros, cilindros trípodes con tapadera y patas-losa decoradas. Al inicio de la etapa se agota la larga tradición manufacturera de figurillas, que aparecen en contadas ocasiones y bajo la influencia de Teotihuacán.
Durante el Clásico Tardío, la cerámica policroma consigue su máximo esplendor, fundamentalmente en lo que se refiere a sus diseños geométricos y naturalistas, textos glíficos y figuras humanas y divinidades. Las formas preferidas son el plato y el cilindro; las tonalidades, el negro, naranja, blanco y rojo, y la pintura es resistente.
El Postclásico Temprano ve reducirse drásticamente el registro cerámico utilizado hasta entonces, aunque aparecen tipos técnicamente mejor manufacturados, como la Naranja Delgada y la Plomiza. No obstante, la variedad de formas y, sobre todo, de decoración sufre un profundo proceso de deterioro.
La misma decadencia se manifiesta durante el Postclásico Tardío, en el que las colecciones se nutren básicamente de cerámicas monocromas utilitarias, mal acabadas y en ocasiones sin engobe. Así mismo, los dícromos son muy simples y tienen siempre decoración geométrica. Sin embargo, florece una decoración policroma de carácter simplista: rojo y negro sobre blanco o crema, motivos ornamentales que se distribuyeron ampliamente por toda el área maya.
Muy probablemente, el trabajo del escultor maya no se limitó a la talla de grandes monumentos, sino que también cultivó otras facetas artísticas menores. El material por excelencia utilizado para tallar pequeñas piezas fue el jade, en cuya elaboración debieron emplear finos arcos, abrasivos y diversos utensilios de piedra dura. La importancia de este material fue tal que, ya desde comienzos del Formativo, se obtuvo en algunos sitios de las tierras bajas, como Cuello, mediante intercambio con poblaciones del altiplano guatemalteco. Una vez extraídos los materiales de la cantera –principalmente de afloramientos emplazados en la cuenca del Motagua, como El Manzanal- gruesos guijarros de jade se distribuyeron por todo el Mayab, y en los grandes núcleos humanos se tallaron cuentas, orejeras, pendientes, collares, pectorales, muñequeras, máscaras, placas y otros objetos que pasaron a formar parte de la parafernalia ritual y simbólica de la elite.
Dado el alto valor del producto, su dureza y dificultad de trabajo, el guijarro extraído de la cantera debió de condicionar la talla de cada pieza, para lo cual se emplearon unas técnicas decorativas semejantes a las que se habían utilizado en la talla de los grandes monumentos, desde el bajorrelieve hasta el bulto redondo.
También tuvieron importancia técnica los trabajos proyectados sobre diversas piedras duras, como el pedernal o la obsidiana, a partir de las cuales se obtuvo todo el ajuar doméstico y algunos objetos de elite en las comunidades mayas. Destacan por su vistosidad y por su gran dificultad de manufactura los denominados excéntricos, que suelen estar asociados a lugares ocultos o enterramientos de relevancia y que, además, no son muy corrientes en el registro arqueológico de la región.
Así como el jade fue un material asociado a la clase dirigente, los espejos de pririta, hematita y obsidiana fueron también portados por los miembros de la aristocracia para manifestar su prestigio y poder. Jade y espejos no eran exclusivos de la sociedad maya, sino que eran también representativos en Mesoamérica desde época muy temprana, hasta el punto de producir actividades comerciales a larga distancia.
La metalurgia fue una técnica conocida en el área maya desde el Clásico Tardío, aunque obtuvo su máxima complejidad durante el Clásico Terminal y el Período Postclásico. De todas formas, tal desarrollo nunca fue notorio y se nutrió preferentemente de las relaciones comerciales llevadas a cabo en diferentes regiones de la baja Centroamérica. Es más, en la mayoría de las ocasiones las piezas obtenidas eran ya productos acabados, que los mayas no tenían que manufacturar. Por eso los objetos realizados en metal se incorporaron al utillaje de las tierras bajas como parte de la parafernalia ritual de las clases dirigentes, y no como utensilios domésticos, a pesar de que las innovaciones tecnológicas introducidas con su uso cotidiano habrían revestido singular importancia.
Con la llegada de la etapa Postclásica y la apertura de nuevas redes comerciales por parte de Tula, la metalurgia se generalizó en los grandes centros mayas; por eso no es de extrañar que sea Chichén Itzá y, más en concreto, su Cenote de los Sacrificios, quien reúna más piezas de metal en su registro. En ellas se utilizó una decoración híbrida en la que se mezclaban corrientes estilísticas procedentes del centro de México con otras consideradas autóctonas. Discos de oro, cascabeles, brazaletes, máscaras, pendientes y orejeras, anillos de oro, cobre y otros metales procedían de diferentes regiones, desde Guatemala a Honduras y Panamá.
Conocemos poco del arte textil en la región, aunque el registro arqueológico manifiesta que se utilizó una amplia variedad de camisas, faldellines, faldas, túnicas, taparrabos, cinturones, fajas, etc., confeccionados de algodón y diferentes cortezas de árboles y fibras vegetales. Asimismo, se emplearon varios tintes de naturaleza vegetal –añil, cortezas o raíces-, animal –la cochinilla y diversos moluscos- y mineral en su decoración.
Los plumajes también debieron de gozar de cierto prestigio en las comunidades mayas, ya que en sus manos descansaba la confección de símbolos muy importantes, utilizados por la elite en ritos y acontecimientos políticos claves. Las manifestaciones artísticas mayas se extendieron a campos, como la música, danza, canto, teatro, y literatura.
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